Las alucinaciones olfativas son una consecuencia de la pérdida del olfato derivada de la Covid-19. La más extraña: la fantosmia.
La anosmia es prácticamente la pérdida del olfado y mucha gente lo experimentó durante la pandemia de Covid. Lo que pocos saben es que la anosmia tiene un padecimiento hermano: la fantosmia.
Ambas forman parte de las llamadas “alucinaciones olfativas”, pero, contraria a la pérdida del olfato, en la fantosmia sí se se perciben aromas que, en realidad, no están a nuestro alrededor. Por ejemplo, oler que en tu casa hay un fuga de gas u olor a humo.
En varios países, se detectaron casos de personas con Covid-19 que presentaban anosmia y que, a medida que se van recuperando, enfrentan episodios de fantosmia, pero, sobre todo, enfrentan parosmia, que es la distorsión de los olores, generalmente de forma desagradable.
En 2018, el Programa de Epidemiología y Bioestadística del Instituto Nacional de Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación, en Estados Unidos, realizó un estudio para comprender mejor el fenómeno de la fantosmia, del que hasta la fecha se sabe muy poco.
Los investigadores tomaron datos de más de 7 mil personas mayores de 40 años, disponibles en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición.
A la pregunta: “¿A veces hueles un olor desagradable cuando no hay nada?”, los investigadores descubrieron que al menos 6.5% de personas padecen estas alucinaciones olfativas.
Un tema que avanza con la edad
Uno de los resultados de este estudio, y de otros previos, es que la fantosmia es un padecimiento más común en personas mayores, asociado con la pérdida del olfato natural con la edad. También, algunos estudios previos apuntan a que la fantosmia es más común en mujeres que en hombres.
Otra teoría apunta a los altos contaminantes en el ambiente. Las personas con un nivel socioeconómico más bajo fueron más propensas a responder que sí a la pregunta. Revisando sus datos, la mayoría vive en zonas donde la contaminación es más fuerte. Pero los resultados, según indican los investigadores, no son determinantes.
“No se comprenden las causas de la percepción del olor fantasma. La afección podría estar relacionada con células hiperactivas con detección de olores en la cavidad nasal o quizás con un mal funcionamiento en la parte del cerebro que entiende las señales de olor”, expone Kathleen Bainbridge, líder del estudio.
¿La fantosmia tiene cura?
Hasta el momento, todo indica que la fantosmia no es una enfermedad, ni una condición delicada, aunque sí molesta para aquellos que viven con ella.
Cuando se trata de una secuela de Covid-19, los médicos recomiendan mantener las medidas de cuidado y continuar con sus revisiones médicas. En algún momento, igual que la anosmia, esta alucinación olfativa desaparecerá.
Pero cuando se trata de personas que tienen fantosmia sin haber tenido Covid-19 se cree que pueda deberse a conexiones anómalas entre el sistema del olfato. Es decir, que las conexiones del sistema periférico (la nariz) se vinculan con zonas del cerebro que no deberían.
Por ahora, el tratamiento más común es el entrenamiento olfativo: se somete al paciente a oler ciertas sustancias para que vaya entrenando el cerebro y esas conexiones vayan regenerando las fibras del sistema olfativo.
La fantosmia puede ser un padecimiento bastante molesto, ya que generalmente afecta también los hábitos alimenticios de las personas. ¿Te imaginas estar a punto de disfrutar tu desayuno y sentir que la comida está podrida?
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