La Inteligencia Artificial está avanzando a un paso tan acelerado que, muy pronto, los robots nos podrán ayudar a cuidar nuestra salud mental.
Parece una idea salida de Los Supersónicos, pero ya es una realidad. Existen robots que te pueden ayudar a cuidar de tu salud mental. Esto gracias a los grandes avances que se han realizado en la Inteligencia Artificial. Hemos visto ya muchos ejemplos recientes de cómo los robots absorben tanta información que pueden convertirse en obreros, escritores y artistas. Entonces ¿por qué no en psicólogos, psiquiatras o psicoanalistas? Según un estudio de Oracle y de Workplace Intelligence, el 82% de la gente encuestada en diversas partes del mundo, cree que los robots pueden apoyar su salud mental mejor que los humanos.
La razón es sencilla y predecible: casi todos piensan que al tomar terapia con un humano, hay elementos de su historia que el otro —inevitablemente— juzgará. Los robots, en cambio, proveen de un espacio libre de sentencias morales. Todo esto en el marco de uno de los años más estresantes que se han vivido en la historia reciente. El estudio, que consultó a personas de 11 países en relación con el estrés laboral, reporta que este ha aumentado en un 70% desde que inició la pandemia.
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¿Robots nos pueden ayudar a mejorar nuestra salud mental?
Si bien los robots no tienen prejuicios morales y éticos que hagan que los asistentes a terapia se sientan bajo escrutinio, su falta de empatía aún puede ser un problema. Tienen beneficios: los robots pueden diagnosticar un padecimiento con mayor tino y velocidad que muchos expertos. Depresión, ansiedad y otros trastornos, son fácilmente detectados por ellos a través de patrones de lenguaje de los pacientes. También, a decir de Centro Australiano de Visión Robótica, tienen un gran potencial para ayudar a personas con adicciones y desórdenes alimenticios. Pero esta tecnología aún tiene limitaciones (que no dudamos que se resolverán).
Para la revista Vice, una joven paciente de Singapur que es atendida por un robot para tratar su ansiedad, opina que pueden ayudar, pero hasta cierto punto: “cuando se trata de problemas complejos como temas familiares profundos o conflictos amistosos intrincados, siento que una Inteligencia Artificial no logra comprender mis necesidades”.
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