Un grupo de científicos encontró que los espacios azules, como la playa, son más efectivos para cambiar nuestro estado de ánmio.
Cuando nos sentimos estresados, tristes o de malas, es común escuchar recomendaciones de que demos un paseo para despejar nuestra mente y cambiar nuestro estado de ánimo. Pero si lo hacemos al lado de un río, lago e incluso frente al mar, los beneficios serían aún mejores.
Ya se ha comprobado que nuestro entorno puede modificar nuestro ánimo; pero ahora, un grupo de científicos encontró que los espacios azules, como la playa, son más efectivos para cambiar nuestro humor.
Un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona analizó el impacto de dar una breve caminata por la ciudad y por los espacios azules.
A un grupo de 59 personas se les pidió dar paseos de 20 minutos diarios, por una semana, en la playa de Barcelona. Una semana después, se les pidió hacer lo mismo, pero ahora, en el entorno de la ciudad.
Antes, durante y después de cada paseo, los científicos midieron la presión arterial, frecuencia cardiaca, el bienestar y el ánimo de cada participante.
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Arena y mar, igual a felicidad
Las personas que pasearon por la playa de Barcelona reflejaron mayor vitalidad, ánimo y mejor salud mental.
De acuerdo con una de las investigadoras, Cristina Vert, se vio una “mejora significativa en el bienestar y el estado de ánimo justo después de caminar por el espacio azul, en comparación con el paseo por el espacio urbano o el descanso”.
Aunque se estudió el impacto de los espacios azules en el corazón, los científicos revelaron que no se mostró un beneficio a corto plazo, por lo que podría verse reflejado en unos años.
Beneficios de ir a la playa
Esta no es la primera vez que se estudia el impacto del mar en nuestro organismo. Anteriormente, un estudio publicado en el Journal of Environmental Psychology encontró que ir a la playa o a la costa, provoca un mayor sentimiento de restauración, que hace que la gente se sienta tranquila, relajada, revitalizada y renovada.
Además, se reveló que un alto contenido de magnesio en el agua de mar puede ayudar a calmar la ansiedad, por lo que necesitamos ir a la playa al finalizar la pandemia.
Ahora entendemos por qué amamos ir a la playa o al lago para encontrar paz y felicidad.