Algunos tenemos la báscula escondida porque nos da terror usarla, otros ya la hicieron su mejor amiga. No se trata de irse al extremo, mejor aprende la manera correcta de pesarte.
Cuando hemos decidido someternos a la ardua tarea de perder peso, la báscula suele ser nuestra peor enemiga. Queremos ver resultados rápidos; y estos dependen de la constancia y disciplina, mas no de la máquina registradora.
Si bien no podemos prescindir de ella (a veces), sí podemos hacer que su presencia durante nuestro proceso de adelgazamiento sea más amable y llevadero.
Checar continuamente la báscula es lo peor que podemos hacer cuando estamos en régimen, ya que el peso de una persona varía durante el día y la báscula puede mostrar cifras muy diferentes que, lejos de alentarnos, nos desmotivan.
Es por ello que debemos saber cuándo y cómo pesarnos. Después de esto y, si nos “portamos bien”, es muy probable que la báscula pase a ser nuestra gran aliada.
Toma nota a la hora de pesarte
Los médicos recomiendan pesarte por la mañana, después de haber ido por primera vez al baño y antes de desayunar. Lo ideal es que ni siquiera hayas tomado agua antes de subirte a la báscula o sin haber hecho ejercicio.
Otro punto importante es que la báscula esté en casa, para que te peses sin ropa. Esta es la forma correcta de pesarte.
Al pesarte por la mañana, además de obtener una lectura más baja, será la cifra que se asemeje más a la realidad.
Errores que debes evitar al pesarte
- Es vital que siempre te peses en el mismo aparato, ya que no todos funcionan de la misma manera.
- Pesarte después de beber mucha agua es un grave error. Y, en el caso de las mujeres, tampoco nos debemos pesar durante el periodo menstrual. En este sentido, debes hacerlo una semana después.
- La báscula debe estar en una superficie dura y plana. Es decir, en el suelo y no encima de una alfombra o algo por el estilo.
- Ya que te hayas subido a la báscula, debes abrir las piernas a los lados de manera que tu cuerpo quede equilibrado. Nunca los pies juntos.
- Evita pesarte diariamente, una vez a la semana es más que suficiente y debes hacerlo el mismo día, a la misma hora.
Escribe una bitácora de tu progreso para que tengas datos reales y sea una tarea satisfactoria. Por último, nunca, pero nunca te peses después de haber comido, aunque haya sido algo ligero.
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