La manteca de karité tiene múltiples beneficios sobre todo para nuestra piel; y si se consume en estado puro los resultados serán más sorprendentes.
En ocasiones anteriores ya te habíamos hablado de la manteca de karité y de sus grandes beneficios que tiene para la salud. Pero un estudio científico ha revelado que la mejor manera de consumirla es en estado puro.
Claro, y te preguntarás: ¿cómo y dónde consigo la manteca de karité de esta manera? Primero entendamos que en “estado puro” se refiere a que la manteca de karité debe ser orgánica y sin refinar. Cuando la compres es indispensable que en la etiqueta diga esto. Y para conseguirla no hay duda: ve a una tienda orgánica. Ahí seguramente podrás encontrar una extensa variedad de este maravilloso producto.
La manteca de karité es un ingrediente que se emplea muchísimo para hidratar las zonas más secas del cuerpo, como brazos y piernas. Además, es ideal para evitar las estrías e incluso, mejora el brillo y la resistencia de las uñas.
Es bueno también para la piel del rostro, ya que es un producto no comedogénico, por lo que no obstruye los poros. Asimismo, la manteca de karité tiene propiedades antioxidantes.
Por si fuera poco, es un gran protector solar y reparador labial, muy útil en los meses con climas más extremos (tanto de frío como de calor).
Mucho más efectiva que la refinada
Como bien sabes, la manteca de karité proviene de un árbol de las sabanas del oeste africano, cuyas nueces se utilizan en la industria de la belleza por diferentes razones. El karité es rico en vitaminas A, D y E, además de ácidos grasos esenciales como Omega 3 y 6.
Sin embargo, los expertos recomiendan que se consuma en estado puro u orgánico, porque de esta manera proveerá los mejores beneficios:
1. La manteca de karité se obtiene mediante un proceso de lavado, triturado y ebullición de las nueces del árbol de karité. Cuando no es filtrada sus propiedades se conservan al 100%.
2. Por ejemplo, para combatir la artritis y el reumatismo se sugiere que se unte la manteca de karité orgánica, porque al no tener químicos se absorberá a mayor profundidad.
3. Es un descongestionante nasal natural. Al ser envasado en estado puro conserva un olor intenso, el cual ayudará a mejorar la respiración. Si la manteca de karité no huele o es blanca como la nieve, ¡cuidado!, seguramente fue sometida a un proceso de refinamiento.
4. Regenera más rápido las partes de la piel dañada por quemaduras o cicatrices.
5. Y lo mejor: ¡se puede usar como aceite comestible! No tiene triglicéridos, ni agentes químicos y adquiere un sabor único cuando se fríe.
La cuestión es sencilla, la manteca de karité refinada carece de algunas propiedades originales y le restan efectividad para el objetivo que la utilices.
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