Esta raíz oriental con propiedades medicinales milenarias puede llenarnos de energía, reducir nuestros niveles de azúcar y controlar el estrés.
El ginseng es una planta originaria del continente asiático y existe una larga tradición de usos de su raíz en las culturas orientales, sobre todo en China. Durante años se ha utilizado para fines terapéuticos gracias a sus variados beneficios que proporciona a nuestra salud. Aquí te los damos a conocer.
Estimula el sistema inmune
Algunos estudios han demostrado que el uso de esta raíz, ayuda a prevenir o disminuir los síntomas de ciertas enfermedades. Con frecuencia el ginseng se ha utilizado para tratar infecciones respiratorias como los resfriados, gripes e influenza. Debido a sus propiedades fortalece el sistema inmune, elevando nuestras defensas.
Además, tiene un efecto anti-tumoral pues dentro de los beneficios del ginseng descubrieron que posee algunos polisacáridos, los cuales aumentan la actividad de las células natural killer (NK), responsables de defenderse contra el cáncer. También los ginsenósidos han demostrado tener acción anti-metastásica. El ginseng es una raíz con acción “adaptógena”, lo que quiere decir que mejora la respuesta de nuestro cuerpo ante situaciones de mucho esfuerzo.
Aumenta la energía
Se ha revelado, incluso, que el ginseng cuenta con diversas propiedades antioxidantes que benefician a nuestro organismo. Asimismo, esta planta ayuda a reducir las sensaciones de cansancio y estrés proporcionando mayor energía.
De igual manera incrementa la liberación de fenilalanina, un aminoácido importante para la segregación de neurotransmisores con propiedades neuroprotectoras. Esto se ha relacionado con una mejora en los procesos cognitivos como la memoria y la atención.
Reduce la tensión nerviosa
Otro de los beneficios del ginseng es que proporciona efectos analgésicos y es un auxiliar para reducir los niveles de ansiedad. Incluso disminuye la secreción de cortisol durante momentos de tensión nerviosa excesiva. Pese a esto, es recomendable no consumirlo en dosis altas ni en estados elevados de ansiedad, ya que su consecuencia puede ser contraproducente.
El ginseng también mejora la actividad gástrica y ayuda a prevenir úlceras.
Mejora la digestión
El consumo de ginseng se ha relacionado con el incremento de la actividad metabólica por su acción estimulante. Es por eso que favorece la digestión, y en algunos casos, ayuda a perder grasa corporal. Gracias a que acelera el metabolismo y de esta manera elimina las grasas sobrantes en nuestro organismo.
Controla los niveles de azúcar
Tomar ginseng influye en el funcionamiento de la glándula suprarrenal y del páncreas. Estos se encargan, entre otras cosas, de regular la secreción y la distribución de azúcar en el torrente sanguíneo, y demás células.
Es así como la raíz milenaria puede ayudar a disminuir los niveles de azúcar en la sangre y se siguen estudiando sus efectos antidiabéticos. En específico, se han encontrado sus beneficios cuando se consume aproximadamente 40 minutos después de la comida.
Consumir ginseng no es tan complicado. Puedes encontrarlo en polvo, en forma de suplemento, beberlo en té o incluso en tintura. Para un mejor desempeño del organismo se recomienda consumir de 5 a 8 gramos de ginseng al día, pero hay que tomar en cuenta que no debe hacerse continuamente. Los beneficios del ginseng se notarán más cuando se utiliza por cortos periodos de tiempo.
Es una excelente opción si te sientes cansado o te encuentras bajo mucho estrés, pues actúa como estimulante extra para continuar con las actividades diarias. Además es un hecho que tendrás ¡mejor humor!