La empresa británica Bpacks desarrolló un material compostable con 80% de residuos industriales. Descubre cómo esta innovación puede reemplazar al plástico y transformar el futuro del empaque.
El plástico tradicional ha invadido casi todos los aspectos de la vida diaria. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se estima que el mundo produce más de 400 millones de toneladas de plástico cada año. De ese total, más del 90% no se recicla adecuadamente.
Mucho de ese plástico, que puede tardar hasta 1,000 años en descomponerse, contamina ríos, mares y suelos, afectando ecosistemas y contaminando cadenas alimenticias.
En este contexto, el desafío no es menor: crear alternativas que no solo sean funcionales, sino también limpias y sostenibles. Y ahí es donde entra una propuesta revolucionaria.
Bpacks: innovación británica con impacto global
La empresa Bpacks, con sede en Reino Unido, desarrolló un nuevo material compostable elaborado a partir de 80% de residuos industriales. Su objetivo es claro: reemplazar el plástico en aplicaciones de un solo uso sin generar contaminación.
Este compuesto no solo es biodegradable, sino totalmente compostable. Eso significa que puede descomponerse por completo en menos de 180 días en condiciones de compostaje industrial, sin dejar residuos tóxicos ni microplásticos.
Además, no requiere materias primas vírgenes. Su fabricación se basa en subproductos como:
- Pulpa de frutas
- Cáscaras de cebada
- Bagazo de cerveza
- Fibras vegetales
Este enfoque aprovecha desechos de otras industrias para crear un material nuevo, útil y amigable con el medio ambiente.
¿Qué productos de plástico puede reemplazar?
Bpacks desarrolló su material para competir directamente con el plástico en aplicaciones clave. Entre ellas:
- Bandejas y envases para alimentos
- Vasos, tapas y cubiertos desechables
- Empaques para cosméticos o productos personales
- Material de relleno para envíos
Todos estos productos suelen terminar en la basura pocas horas después de usarse. Con el nuevo material compostable, esa basura podría convertirse en abono en lugar de contaminar durante siglos.

Compostable vs. biodegradable: una diferencia crucial
Muchos productos dicen ser “biodegradables”, pero eso no siempre significa que sean seguros para el medio ambiente. El término es amplio y no garantiza tiempos de descomposición ni ausencia de residuos tóxicos.
En cambio, un producto compostable como el de Bpacks cumple con normas internacionales como la EN 13432, que exige que:
- El material se descomponga en menos de 180 días.
- Se convierta en abono sin dejar microplásticos.
- No genere metales pesados ni toxinas.
Esto lo convierte en una alternativa real, medible y segura al plástico de un solo uso.
Datos duros: el impacto ambiental del plástico
- 5 billones de piezas de plástico flotan hoy en los océanos del mundo.
- Solo el 9% del plástico producido desde 1950 ha sido reciclado.
- Una tonelada de plástico sustituida por material compostable puede evitar la emisión de hasta 3 toneladas de CO₂ equivalente.
- Un empaque de un solo uso hecho con plástico tarda de 500 a 1,000 años en degradarse.
Pero eso no es todo, recientemente GreenPeace reveló que estamos comiendo partículas de plástico diariamente. Ante estos hechos y estas cifras, es urgente reducir la producción de plásticos en un 75% para 2030.
¿En qué etapa se encuentra este material?
Actualmente, Bpacks realiza pruebas piloto con empresas de alimentos, cosmética y logística en Europa. Su plan es lanzar comercialmente sus primeras líneas de empaques compostables durante el segundo semestre de 2025.
También trabaja con organismos certificadores como TÜV Austria y BPI, que validan la compostabilidad y la seguridad ambiental del producto. Estas certificaciones son clave para su expansión global.
Alternativa real, concreta y funcional
El problema del plástico requiere soluciones urgentes. La propuesta de Bpacks —un material compostable hecho con residuos industriales— marca un antes y un después en el camino hacia un modelo de consumo sostenible.
Es más que una innovación tecnológica. Es una alternativa real, concreta y funcional que puede reemplazar millones de empaques de un solo uso. Si el futuro es libre de plástico, materiales como este son el primer paso para lograrlo.
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