Estos sencillos ejercicios te ayudarán a saber qué tan alto es el riesgo a enfermarte. Sin embargo, tu salud debe estar en manos de expertos siempre.
Estos sencillos ejercicios te ayudará a saber qué tan alto está tu riesgo de enfermarte. Por supuesto, que estos ejercicios no hagan que dejes de hacerte chequeos médicos de manera periódica. Tu salud debe estar en manos de expertos siempre.
Uno de los ejercicios más clásicos para evaluar tu riesgo de enfermedad es la prueba de velocidad al caminar. Hay muchos estudios que señalan una correlación entre alta mortalidad y caminar muy lento en personas mayores a 45 años.
Por ello, no te obsesiones en hacer solo 10,000 pasos al día. Los que hagas hazlos rápido para mantenerte sano o sana.
Otro test que también servirá de un buen indicativo para conocer tu riesgo de enfermarte es tu capacidad de levantarte del piso sin usar tus manos.
Este test es importante porque te revelará datos tan vitales para el buen funcionamiento de tu cuerpo como tu condición muscular, flexibilidad, equilibrio y coordinación.
De hecho, según un artículo publicado en el European Journal of Preventive Cardiology se detalla que de hacer bien esta prueba podrías estar reduciendo alrededor de seis años una fatalidad prematura.
Checar tu equilibrio, otro test para ver si estás en riesgo de enfermarte
Mantener el equilibrio del pie es también un test que nos dará muy buena información sobre nuestro estado. Esto se debe a que no solo mide nuestra capacidad de equilibrio, también nuestra capacidad de cargar peso y la cantidad de presión que soportan nuestras articulaciones.
Para realizarlo solo debes elevar una pierna hacia atrás y estirar los brazos. Probablemente, notarás más facilidad de un lado que de otro, pero eso es habitual. Lo importante es mantener la postura 30 segundos. Si no lo logras, es posible que estés en riesgo de enfermarte.
Por último, los levantamientos repetidos (sí, las clásicas sentadillas) te dirán también qué tan bien estás o no en cuanto a tu situación cardiovascular. En este caso, al igual que con la prueba de velocidad al caminar importa también la rapidez con la que las hagas además de la cantidad.
Recuerda, estos test son orientativos. Lo ideal es siempre supervisar tu condición de la mano de expertos en la materia como médicos o expertos en fitness.
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