Y es que no importa si son nuevas o son las mismas de cada año, las películas navideñas siempre son un obligado a ver apenas llega diciembre.
Mi Pobre Angelito (Home Alone) se estrenó en 1990 y 31 años después todavía es una de las películas navideñas que no puede faltar en un maratón de diciembre. Pero, ¿será que de verdad nos gustan o nos gusta sentir nostalgia?
No es una sorpresa ver las plataformas de streaming llenas de clásicos y estrenos navideños, por su lado, las carteleras del cine proyectan unas cuantas también. Y, sin importar que sea una historia que ya hemos visto más de una vez, caemos de nuevo y las disfrutamos.
Desde comedias, dramas o romances; las películas navideñas nos muestran un escenario en lo que todo triunfa, demostrando que “la magia de la Navidad” hace de lo inesperado un milagro.
¡Amamos las películas de Navidad!
Claro que, como en cualquier otra película, el tema de fantasear o aspirar a vivir una historia similar, hace que el sentimiento al terminar de verla siempre sea de felicidad o nostalgia, en caso de ver aquellas películas que marcaron tu infancia.
Lo que nos lleva a la segunda parte: las películas navideñas son un disparador de emociones. Donde el amor, la felicidad, el perdón, la humildad, fe y generosidad siempre están presentes.
Además, como toda historia ya sea vista en tv, cine o leída en un libro, suele llevarnos a lugares imaginarios, donde lo que no hemos experimentado sucede y entonces nos volvemos parte de ella. Demostrando que los conflictos siempre son vencidos por una fuerza superior, como bien puede ser el amor o la familia.
La sensación de que todo a nuestro al rededor es bueno, es siempre una emoción muy alentadora que, nos guste o no, siempre alimenta la fe.
Cuéntanos cuál o cuáles son esas películas que nunca pueden faltar en tu época navideña.
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