En EU dan pasos agigantados en materia de medio ambiente y un proyecto de ley en Nueva York pretende acabar con los combustibles fósiles en los edificios.
Más de 50 municipios en California, Estados Unidos, tienen códigos de construcción totalmente eléctricos. Y otras ciudades, incluidas Seattle e Ithaca, están avanzando en la electrificación en nuevos edificios. Pero ninguna otra localidad estadounidense tiene un parque de edificios tan denso como Nueva York, que enfrenta temperaturas estacionales sumamente frías.
Por eso, recientemente, se aprobó en Nueva York un proyecto de ley que consiste en prohibir el uso de gas en edificios nuevos y en cambio utilizar la electricidad para obtener energía. Aunque aún se espera que el alcalde Bill Blasio firme el proyecto de ley.
“Pensar que cada nuevo rascacielos en Nueva York se construya sin el uso de combustibles fósiles, es algo que cambia las reglas del juego para el movimiento climático”, dijo Jenna Tatum, directora del Building Electrification Institute.
¿Cuál es el objetivo de prohibir el gas en edificios nuevos?
Los edificios son responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero de Nueva York; y que precisamente calientan el planeta e incrementan la crisis climática.
“Los hornos, calderas y calentadores de agua emiten más carbono en la ciudad de Nueva York, que todos los usos de electricidad combinados en la actualidad. Por lo que electrificar esos sistemas se convierte en nuestra forma más importante de combatir el cambio climático”, dijo John Mandyck, director ejecutivo del Urban Green Council.
Esta medida tiene el potencial de ahorrar alrededor de 2,1 millones de toneladas de emisiones de carbono para 2040, según una estimación del Rocky Mountain Institute. Eso equivale a sacar casi medio millón de automóviles de la carretera.
Cabe destacar que dicha prohibición no entra en vigor de inmediato. Y se aplicará a los edificios nuevos con menos de siete pisos para 2024, en Nueva York.
Integrar la energía renovable en Nueva York es inminente
Cualquier renovación que requiera un nuevo permiso de construcción también estaría sujeta a la ley. Las viviendas asequibles estarían sujetas a la prohibición en 2026 y 2028, dependiendo de si están por debajo o por encima de siete pisos.
Esta política, así como la inminente prohibición del gas, ayudarán a “probar el mercado de tecnologías de construcción eléctrica y energéticamente eficientes. Y desarrollarán la fuerza laboral necesaria para instalarlas y repararlas”, según Amy Turner. Ella es investigadora principal del Centro de Derecho sobre Cambio Climático de la Facultad de Derecho de Columbia.
Eso significa que, con el tiempo, es probable que los propietarios de edificios encuentren más opciones eléctricas para electrodomésticos. Y más asequibles, si desean actualizar sus sistemas de calefacción.
En lo que respecta a los costos para los usuarios, los estudios han pronosticado facturas de servicios públicos más bajas como resultado del desarrollo totalmente eléctrico. Incluso, con un mayor uso de electricidad, el neoyorquino promedio está destinado a ahorrar dinero en el pago de nuevas infraestructuras de combustibles fósiles, como tuberías.
¿Quién respaldó la nueva medida?
Los defensores locales de la justicia ambiental y climática impulsaron este proyecto de ley, diciendo que reduciría el carbono liberado a la atmósfera. Lo cual conduciría a un planeta con ciudades más saludables.
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