No está mal decir que no. Poner límites es saludable, aunque nos dé pena hacerlo. Pensando en eso, te damos cuatro consejos para decir que no en el trabajo.
Decir que NO es muy difícil. En especial para nosotros, los latinos, que tenemos una afabilidad famosa en el mundo. Pero poner límites es saludable, tanto en nuestras relaciones personales como en el trabajo. Aunque eso no siempre es fácil y muchos necesitamos buenos consejos para decir que no en el trabajo.
“La única forma de tener éxito es aprender a decir que no, haciendo que las personas se sientan respetadas”, dice Bruce Tulgan, fundador de la empresa Rainmaker Thinking, a la BBC. Tulgan es también autor de libros para aumentar la productividad en el trabajo y está de acuerdo en que decir no es algo saludable, pero sugiere que hay que saber hacerlo para no herir susceptibilidades al tiempo que protegemos nuestra salud mental y nuestro tiempo personal. Sobre todo, en épocas tan retadoras como esta época de crisis sanitaria y económica global.
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Estos son cuatro consejos para decir que no en el trabajo
En su entrevista con la BBC, Bruce Tulgan comparte cuatro consejos para decir que no en el trabajo de una manera adecuada y respetuosa. Te las compartimos:
- Preguntar y anotar. Cuando alguien te haga una propuesta, procura tomar nota y hacer todas las preguntas posibles. Es común que en los trabajos te pidan tareas extras sin medir la magnitud de estas. Hacer las preguntas adecuadas ayuda a que las personas dimensionen el tamaño de las tareas. Y así pueden notar que una persona sola no puede hacerlas.
- Argumenta bien. No solo se trata de decir que no. Hay que ofrecer opciones para que el trabajo pueda ser realizado. Quizá no puedes ejecutarlo por tu carga de trabajo y es bueno explicarlo a la vez que sugieres alguna alternativa. Claro que si la oferta te parece buena para mostrar tu potencial, puedes tomarla solicitando que tus tareas normales puedan delegarse.
- Revisa tu agenda. Quizá no puedas ayudar en el momento, pero sí algunas semanas después. En todo caso, haz que la persona no se sienta sola y, si puedes colaborar en algún aspecto de la tarea, déjaselo saber.
- Da seguimiento a la propuesta. Que nos consideren para una tarea especial suele ser halagador. Y aún cuando no estemos en condiciones de realizarla, es cortés darle seguimiento. De este modo tu jefe o colega sabrá que tus límites se tratan de cuidar tu salud y productividad y que no es que las cuestiones del trabajo o de la empresa no te interesen.
¿Y tú ya sabes poner límites en el trabajo?
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