Un suceso trágico hizo que Drew Goodall cambiara su vida radicalmente y aunque vivió una situación muy difícil, con esfuerzo y dedicación salió adelante.
Pareciera una historia sacada de Hollywood, pero es 100% real. Y es que Drew Goodall vivió durante varios años en las calles de Londres pidiendo limosna, hasta que un golpe de suerte (y de esfuerzo) le hizo cambiar radicalmente su existencia.
A los 21 años se quedó sin hogar, enfrentaba una fuerte depresión y las deudas lo consumían. Todas estas circunstancias lo llevaron a pasar días y noches difíciles sin techo y sobreviviendo de la comida y limosnas que le daba la gente que se acercaba de él.
¿Quién es Drew Goodall?
Drew Goodall nació en Ipswich, Inglaterra, en 1974. Estudió actuación desde muy pequeño; comenzó a protagonizar pequeñas obras de teatro y obtuvo pequeños papeles en películas como “Snatch” y “About a boy”, en las que compartió créditos con celebridades como Brad Pitt y Hugh Grant.
Sin embargo, un desafortunado suceso daría un giro completo a su vida.
A mediados de los 90, Goodall recibió una fuerte crítica negativa por su participación en la obra “Marat/Sade”, que se presentaba en los famosos Teatros del West End.
Esta crítica lo afectó tanto psicológicamente que perdió de un día para otro su autoconfianza. Desde ese momento, su carrera comenzó a ir en picada hasta que finalmente dejó la actuación.
Sin ingresos, con deudas y sumergido en una profunda depresión, lo echaron del departamento que alquilaba y se vio obligado a vivir en las calles.
“Fui atacado dos veces por borrachos mientras dormía en un pequeño parque urbano. Y en una de esas ocasiones acabé en el hospital. Aunque el peor momento, sin duda, fue cuando presencié cómo mi amigo de aquellos días se arrojó al tren. Sin embargo, esta tragedia actuó en mí como una epifanía, me ayudó a darme cuenta de que no quería terminar solo y desesperado como él”, cuenta Drew impresionado.
De indigente a empresario
Después de 6 meses de vivir como indigente, tomó la decisión de que tenía que cambiar ahora o nunca. El momento de salir del agujero debía llegar ya o las consecuencias podrían ser desastrosas.
Drew Goodall comenzó a ahorrar de las limosnas que le daban. Con eso compró un cepillo y crema para lustrar zapatos. Como veía que por el barrio pasaban en su mayoría hombres de negocios, empezó a ofrecer sus servicios. Un tanto clandestino porque para ese oficio se necesita tener un permiso del Ayuntamiento.
Gracias a la pasión que el joven le imprimía a su trabajo, comenzó a ganarse la fidelidad de los clientes, quienes recurrentemente lo ubicaban para contratar sus servicios.
Meses más tarde, uno de sus clientes le comentó que había una oferta de trabajo como lustrazapatos en la empresa donde trabajaba. Drew se postuló y obtuvo el contrato.
En el 2004, ya con 30 años de edad y más de 8 años de experiencia, decidió dar un paso trascendental: convertirse en empresario. Ese año fundó Sunshine Shoeshine, una compañía de servicios de limpieza y reparación de zapatos especializada en el sector corporativo.
Ejemplo a seguir
Actualmente, Drew Goodall factura más de 320,000 dólares al año. Y su empresa se posiciona como la más grande de Europa en este sector. Lo más conmovedor: gracias a la fuerte experiencia que vivió en su juventud, Drew contrata únicamente a indigentes y personas desafortunadas en situación de calle. ¡Está orgulloso de cambiarle la vida a muchísima gente!
“Yo tuve que perderme para encontrarme. La vida es una serie interminable de cambios y desafíos que todos debemos aceptar”, concluye nuestro ejemplo a seguir.
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