La pesca sostenible es una solución para acabar con el hambre del mundo sin despoblar los océanos, y #PescaConFuturo se trata justo de ello.
Está comprobado que rescatar nuestros océanos puede alimentar más de un billón de personas al día. Por ello, nos encanta conocer opciones sostenibles como la de #PescaConFuturo.
Esta iniciativa surgió con la idea de darle al consumidor un abanico de opciones más responsables. La creó el Consejo Mexicano de Promoción de los Productos Pesqueros y Acuícolas COMEPESCA.
#PescaConFuturo es un movimiento que se centra en despertar conciencia en cuanto a la sobreexplotación y la necesidad de mantener las poblaciones de todas las especies a un nivel saludable.
No solo busca promover el consumo de pescado y marisco de origen mexicano, también trabaja porque las elecciones sean sostenibles. Para lograrlo, se creó el mapa de especies a manera de orientación que en un principio contó con 8 especies certificadas.
“Buscamos que la gente conozca sobre la pesca sostenible y que consuma los productos que están certificados, por eso surgió la idea de crear el mapa“, explica Citlali Gómez, presidenta de COMEPESCA.
Hoy, ese número alcanza las 38 especies certificadas, lo que significa que hay un interés genuino por parte de las pesquerías en cuanto a la producción o pesca sostenible.
Es importante destacar que todas las especies recogidas en el mapa cuenta al menos con una certificación en sostenibilidad. O bien pertenecen a un proyecto de mejora pesquera, o bien se encuentran recomendadas en guías de compra, lo que garantiza que cumplen con todas las normas para ser sostenibles o estar en camino de serlo.
Certificaciones en sostenibilidad
La obtención de este tipo de certificaciones no es un tema menor. De hecho, son cuatro los sellos que determinan y garantiza la sostenibilidad de las especies.
El primero es el sello del Marine Stewardship Council (MSC), se otorga a los productos del mar provenientes de una pesca certificada bajo estándares establecidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO).
También destaca la certificación Fairtrade, que asegura el pago justo a todas las personas involucradas en la producción y pesca, o la certificación otorgada por el Aquaculture Stewardship Council (ASC), quien gestiona los estándares mundiales para una acuacultura responsable.
Por último está el sello Best Aquaculture Practices (BAP), un programa de certificación acuícola que incluye a toda la cadena de producción: desde las granjas hasta las plantas de proceso, así como criaderos y fábricas de alimento.
De nuestro lado, como consumidores, también debemos aportar nuestro granito de arena. ¿Cómo? Consumiendo únicamente las especies que se encuentren en el mapa. La responsabilidad es de todos.
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