Rolex ha dedicado más de cinco décadas a salvaguardar el planeta para futuras generaciones, y una de sus prioridades han sido los océanos.
¿Cuál es el mayor tesoro que los seres humanos tenemos? Muchos dirán que es una casa, estabilidad, pero por encima de todo esto, la mayor riqueza con la que contamos es el tiempo.
Tiempo para estar con quienes amamos, para disfrutar la vida, pero, sobre todo, en estos momentos de retos globales, lo que importa como especie es tener tiempo para rescatar aquello que está en riesgo.
Rolex está consciente de ello, y por ello, ha dedicado más de 50 años de su historia a investigar de qué manera devolverle tiempo a la Tierra, incluidos a los océanos, que conforman el 70% del planeta.
Rolex y la perpetuidad de los océanos
Para el fundador de Rolex, Hans Wilsdorf, el mundo era como un “laboratorio viviente”, y justo eso sigue siendo para la firma relojera, solo que ahora con un nuevo sentido: proporcionar la tecnología necesaria para perpetuar el planeta.
Bajo ese contexto, la bióloga marina Sylvia Earle ha dirigido durante años la misión “Mission Blue”, con la cual pretende proteger los océanos de todo el mundo a través de una red marina denominada “Hope Spots”.
“Solíamos creer que el océano era tan grande, tan resiliente, que no podíamos dañarlo. Pero en un par de décadas hemos intervenido sistemas planetarios básicos. Todos están conectados entre sí y apenas nos estamos dando cuenta de su verdadera importancia”, señala Sylvia.
La meta está cerca
A partir de Mission Blue, Earle busca inspirar a comunidades y gobiernos a proteger la vida marina, que se encuentra en riesgo por la humanidad. Su meta: proteger 30% de los océanos del mundo para 2030. Actualmente, 8% se encuentra protegido.
Sylvie Earle, quien ha sido parte del equipo ambiental de Rolex desde 1982, asegura que al conectar a gente comprometida con las organizaciones, es posible perpetuar el planeta: “Juntos podemos hacer la diferencia”.
Algunas de las áreas que más han protegido son las Islas Galápagos y la Bahía de Chesapeake, en estados Unidos. Ambas son consideradas “Hope Spots”, pues gracias al trabajo de Rolex y de su equipo de científicos, sus ecosistemas se están revitalizando.
Para conocer más acerca de los proyectos de compromiso ambiental que Rolex promueve, da clic aquí.
