La práctica de cortar las orejas de los perros, más que una moda, es crueldad animal y es grave. ¿Lo sabías? Conoce el porqué.
Adoramos a esos amigos de cuatro patas que nos salvan la vida, e incluso nos pueden ayudar a sobrellevar mejor la depresión en tiempos difíciles. Sin embargo, no siempre somos tan agradecidos con su cariño, y sin saberlo, los lastimamos o hacemos cosas en su contra. Cortar las orejas o cola de los perros es un grave ejemplo.
¿Por qué muchas personas lo hacen? La respuesta es aún más superficial: se trata de una cuestión meramente estética. Muchos dueños creen que cortar las orejas de los perros les da un aspecto más “bonito”. O, en algunos casos, más intimidantes.
En el caso de la cola de los perros o de cualquier otro animal es importante porque forma parte de su cuerpo, por lo tanto es esencial, sobre todo para que el perro mantenga el equilibrio. Además de eso, es un complemento de su cuerpo que le sirve de guía al momento de correr, girar y al realizar cualquier movimiento. La ausencia de este y no precisamente por causas naturales, lo sacaría fuera de balance por la carencia de una parte de su cuerpo. Las colas de los perros varía de una raza a otra, siendo la cola una extensión de la columna vertebral. Por esta razón, ¡tampoco se les debe cortar la cola!
Hay razas que sufren más que otras, como los pitbulls, bóxers, chihuahuas, grandes daneses y los perros dóberman. Pero el resultado puede poner en riesgo la salud de nuestros amigos peludos. Y aunque es una decisión personal de cada dueño y en realidad, no es una práctica prohibida, sí puede ser sinónimo de crueldad animal.
Muchas personas aseguran que aquellas orejas de perros blandas se deben cortar pues son más sensibles a padecer infecciones; esto es una MENTIRA. Estudios han demostrado que la forma de la oreja tiene poco que ver con la posibilidad de una infección en el oído, que suelen ser, más bien, provocadas por los perros que nadan.
¿A qué edad se suelen cortar las orejas o colas de los perros?
De las 6 a 12 semanas de edad, se suelen cortar las orejas de los perros con tijeras. La práctica se llama otectomía: es decir, la eliminación parcial o total de la parte externa y visible de sus orejas. Uno de los problemas de esta práctica es que se utiliza anestesia general, lo que poner en riesgo la vida de los cachorros.
Posteriormente, las mascotas deben portar cinta adhesiva y vendas por varias semanas para que “se mantengan erectas” a largo plazo. Esto SÍ puede provocar infecciones en las orejas y además, es incómodo para ellos. Cortar las orejas de los perros, además, puede provocarles ansiedad y un trauma a largo plazo. ¿El colmo de esta práctica? Que por diversas razones, no siempre se logra que las orejas queden levantadas. Sobre todo cuando la cirugía se lleva a cabo por un veterinario no certificado.
Por todas estas razones, organizaciones como Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria se oponen a cortar las orejas de los perros.
¿Y en México, qué ocurre con esta práctica?
A finales del año pasado, se aprobó una reforma a la Ley de Protección Animal de México en Tamaulipas. Gracias a ella, se prohíbe que en dicho estado se mutilen a los animales domésticos con fines estéticos.
Esto incluye no cortar las orejas ni la cola de los perros, ni tampoco de los gatos. Hace unos meses, la misma ley se aprobó en el estado de Querétaro. Sin embargo, son muchos los lugares en los que esta práctica sigue siendo común, sobre todo en perros que se utilizan para peleas ilegales.
Necesitamos pensar más en la calidad de vida de nuestros perros y evitar la crueldad animal solo por fines de belleza o de una falsa concepción de bienestar. Buscar siempre veterinarios avalados y no dejarnos llevar por modas es clave. ¡Nuestras mascotas son también parte de nuestra familia! Tratémoslos como tal.
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