Finalmente las compras de segunda mano están volviéndose un muy buen hábito de consumo sustentable ¡y el planeta lo agradece!
Menos fast fashion más segunda mano. Ese debería ser nuestro mantra a la hora de elegir objetos que no necesitamos que sean totalmente nuevos. La forma responsable de adquirir siempre será de gran ayuda para el planeta, si lo dudas, ¡checa estos datos!
Si la mismísima Sarah Jessica Parker utilizó un vestido de 30 euros que encontró en una tienda de segunda mano en Madrid, para después usarlo en la presentación de su serie Divorce esa misma noche, ¿por qué nosotros no?
¿Vintage o segunda mano?
¡Las dos! Acudir a tiendas, bazares o mercados donde encuentres ropa de segundo uso, ya sea reciente o de años atrás, siempre será una práctica que el planeta te va a agradecer y ¡hasta tu cartera!
Antes teníamos el concepto de que la ropa usada estaba maltratada, rota o casi que para la basura, pero actualmente existen diversas personas enfocadas a curar la ropa que les llega para entonces seleccionar la más apta para venderse.
¿Cuáles son los beneficios de esta forma de consumo?
Además de ayudar a la economía de emprendedores y propiciar el consumo local, para el planeta es una bocanada de aire.
1. Por cada camiseta nueva que adquieres en alguna de tus tiendas favoritas están siendo utilizados 2,900 litros de agua para su fabricación.
2. Y si le sumas que, en promedio, se estima que las prendas son utilizadas unas siete u ocho veces antes de tirarlas y regalarlas, ¡todo mal!
3. De acuerdo al estudio realizado por Waste and Resources Action Plan, utilizar una prenda dos años más de lo que se acostumbra ayuda a reducir la huella de carbono, energía, agua y deshechos de un 5 hasta un 10%.
4. De igual manera, el informe Second Hand Effect, de la ONG Internacional WWF, afirma que esta práctica es súper importante dentro del consumo, pues de esta manera se reduce la explotación de recursos naturales.
Actualmente hay muchas opciones y maneras de adquirir ropa, vestidos de novia, muebles y más en segunda mano, recuerda que cada vez que extiendes la vida de algún objeto ayudas a reducir la basura en el planeta y te vuelves cada vez más consciente de lo que nuestro planeta necesita.
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