Cultivar un huerto urbano en casa es fácil, el tema es conservarlo y multiplicarlo. Además de que es bueno para la salud, contribuirá con el medio ambiente.
La construcción de un huerto urbano es una alternativa para aumentar la conciencia de las personas sobre la necesidad de cuidar y preservar el medio ambiente. ¿Te ha llamado la atención?
Aunque el impacto de esta acción aún es mínimo, si se convirtiese en una práctica generalizada, los beneficios para la sociedad y el medio ambiente serían mucho más notorios.
La idea es regresar a las prácticas de cultivo natural (ahora también llamado cultivo ecológico) y producir alimentos más sanos.
Por fortuna, cada vez son más los interesados que se animan a construir un huerto urbano en algún rincón de su casa.
¿Qué son los huertos urbanos?
Son espacios al aire libre o de interior destinados al cultivo de verduras, hortalizas, frutas, legumbres, plantas aromáticas o hierbas medicinas, a escala doméstica. Es decir, sin llevar a cabo prácticas como las de la industria convencional como es el uso de sustancias químicas o fertilizantes.
¿Cuáles son los beneficios?
Estimula el auto-consumo: Cuando los huertos urbanos se asumen como un proyecto a largo plazo, pueden convertirse en una vía para el auto-consumo de alimentos. Además contribuimos a disminuir la oferta de alimentos que se producen bajo la lógica del consumo masivo.
Promueven el contacto con la naturaleza: Gracias a un huerto urbano, conocemos de cerca los ciclos naturales de la tierra y las condiciones propias de nuestro entorno. Al hacerlo, fomenta en nosotros el respeto hacia el medio ambiente y la necesidad de conservar los recursos que usamos día a día.
Fomenta prácticas sostenibles: Al ser nosotros mismos los encargados de gestionar el huerto, podemos multiplicar las prácticas sostenibles que algunas empresas ya ponen en marcha para conservar el medio ambiente.
¿Cómo construir un huerto urbano en casa?
La forma más habitual es la que adaptamos en nuestro propio jardín. Cuando no disponemos de este espacio, podemos recurrir a macetas de madera, botellas de plástico u otros materiales reciclados.
- Elige una zona de tu casa con buena luz.
- Adapta la tierra que vas a cultivar con abonos naturales.
- Cuando la tierra esté lista, siembra los productos que desees, preferentemente de temporada, pues sus cualidades serán mejores.
- Riega tus cultivos cada día, preferentemente por la tarde o noche, para evitar que se evapore el agua, tal como ocurre si lo haces en la mañana.
Tener tu propio huerto urbano requiere dedicación, disciplina y tiempo. Y aunque no lo creas, de manera muy significativa aporta oxígeno al planeta y contribuye al rescate del medio ambiente.
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