Después de más de un año de malas noticias por el Covid-19, en estos días se dio a conocer que la influenza y la gripe disminuyeron muchísimo sus contagios.
¿Por qué esto es una gran noticia? Porque la gripe y la influenza también han sido un gran problema en el mundo antes del Covid-19. Miles de muertes han sumado estas enfermedades, sobre todo la influenza. No es que hayan desaparecido de la faz de la Tierra, sino que hay una respuesta muy sencilla para su caída en los contagios: el uso masivo del cubrebocas. Esta es la principal “cura” y ha sido el remedio más eficaz y el mejor aliado contra estas enfermedades y otras más.
El gran aliado en la prevención
El cubrebocas no es un invento nuevo y, digámoslo así: “ya nos ha salvado el pellejo” antes. Es uno de los grandes aliados de la humanidad desde siempre. En 1910, los chinos los usaron para prevenir la tercera plaga bubónica y en 1918, se usaron por todo el mundo para protegerse de la gripe española. El cubrebocas no solo nos protege contra el Covid-19, sino también contra gripe e influenza A y B.
En nuestro país y en el mundo, el uso del cubrebocas, además de las medidas de seguridad como el distanciamiento social, el lavado de manos y el uso de gel antibacterial, ha sido fundamental no sólo para disminuir las infecciones por Covid-19. Los expertos en todo el mundo, afirman que estas medidas de protección, igualmente, han ayudado a la reducción de casos de gripe estacional o influenza.
Unidos contra gripe, influenza y Covid-19
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “el uso de cubrebocas o mascarillas forma parte de un conjunto integral de medidas de prevención y control que pueden limitar la propagación de determinadas enfermedades respiratorias causadas por virus, en particular el Covid-19”, gracias a estas medidas al día de hoy, podemos afirmar que la gripe y la influenza han caído a sus mínimos históricos de enfermos y contagios. Además, ha sido el principal aliado para apalear el terrible Covid-19. “Sirven también para proteger a las personas sanas al entrar en contacto con una persona infectada o para el control de fuentes, si una persona infectada la utiliza para no contagiar a otros”, por lo que tiene que seguir usándose.
Nunca tan pocos
La noticia ha sorprendido a muchos, pero realmente no había por qué. Siempre ha sido, el cubrebocas, una de las mejores herramientas de prevención y propagación de enfermedades. Lógicamente, al usarlo una gran cantidad de personas, tendríamos buenos resultados extras. Como dicen, “sin querer, queriendo” se han conseguido metas que no se planearon al principio de la pandemia del Covid-19.
“La influenza A y B han bajado este año en Estados Unidos de una manera realmente histórica”, por ejemplo esto, y que ha explicado el Dr. Wesley Long, director médico de Microbiología de Diagnóstico en el Hospital Houston Methodist. “Esto también se vio en la temporada de gripe del hemisferio sur que nos precede”.
El especialista ha señalado también que: “la caída en todos los tipos de virus respiratorios fue muy rápida cuando se inició el bloqueo en marzo de 2020, y la cantidad de rinovirus y enterovirus solo comenzó a aumentar lentamente cuando las restricciones comenzaron a disminuir en abril y mayo”.
Sigamos usando el cubrebocas para cuidarnos y tratar igualmente de que un día podamos decir que el Covid-19 también ha caído a su mínimos históricos. Alguna día lo lograremos. No perdamos la esperanza.
¿Quién debe utilizar los cubrebocas?
Para seguir frenando estas enfermedades y otras más, como ya dijimos, sobre todo estas personas son las que deben usar cubrebocas, sin dudarlo:
- Las que tengan algún síntoma de gripe.
- Personas que viven o atienden a un enfermo con síntomas de gripe u otro padecimiento.
- Quienes deben estar en lugares muy concurridos como: transporte público, centros comerciales, mercados, estadios, iglesias, elevadores, entre otros. En procedimientos clínicos y quirúrgicos que requieren técnica de asepsia.
- Personas con cuadro gripa.
- Si estás en una reunión.
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