La industria alimentaria ha cambiado. Famosos invierten ahora en las granjas del futuro, compañías minoristas preocupadas primero por el medio ambiente.
Natalie Portman, Justin Timberlake o el socio mayoritario de la cadena de Starbucks son algunos de los nombres más sonados en inversiones millonarias de los últimos años. Pero a diferencia de lo que se pudiera imaginar, no han invertido en tecnología, aplicaciones hipertecnológicas o en los exitosísimos sistemas de envíos a domicilio como Amazon. No, lo han hecho en pequeñas empresas que cultivan alimentos de origen controlado y que se distribuyen apenas en algunas tiendas de los Estados Unidos: les llaman las ‘granjas del futuro’.
Las granjas del futuro son lo de hoy
Desde drones rociadores de pesticidas, hasta monitoreo de cultivos impulsados por IA (inteligencia artificial), las granjas del futuro están renovando la forma en que el mundo crece y entrega alimentos. Todo se catapultó debido a la pandemia del Covid-19, que obligó a todos a cambiar de hábitos y hasta acostumbrarse a nuevas formas de consumo y alimentación.
Otra de las causas que igualmente ayudó al cambio forzoso y surgimiento de las nuevas granjas del futuro es el llamado “Peak Cow”. Es decir, ese efecto invernadero gigantesco y contaminante que ha hecho que muchos han decidido cambiar el consumir carne de origen animal y sustituirla por frutas y hortalizas. El veganismo es el mejor aliado de las granjas del futuro y con ello varios famosos.
Cambiando y ganando millones este año
Las empresas emergentes de alimentos y agricultura, que varios especialistas han llamado: granjas del futuro, atrajeron un récord de 22.3 mil millones de dólares en fondos de riesgo, el año pasado. Es decir abrieron en la Bolsa y ganaron el doble de lo que estos segmentos recaudaron en 2019, según un nuevo estudio de Finistere Ventures (una de las firmas pioneras especialistas en inversiones agrícolas).
Con la gente atrapada en casa durante la pandemia, la demanda se disparó para el comercio electrónico de alimentos, como kits de comida y entregas.
El mundo también vio cómo una crisis podría interrumpir la producción, el procesamiento y la distribución normales de alimentos.
Arama Kukutai, socio de Finistere, dijo que “eso generó interés en cultivar alimentos en ambientes controlados, como granjas verticales, donde los rendimientos son predecibles”. Fue el año de las oportunidades para esta industria agrícola.
Cientos de pequeños agricultores con estos sistemas de cultivo se han visto beneficiados. Son las granjas del futuro, donde no se depende del clima, la sequía o el temporal, para lograr producciones necesarias o de vegetales determinados.
Granjas del futuro VS los mismos de siempre
Entre las expectativas de mucha gente que invierte en este rubro, se nota una tendencia optimista a que este mercado de granjas del futuro siga creciendo más. Los inversionistas “polinizaron” este tipo de nuevas empresas agrícolas, con un récord de 5 mil millones, tan solo el año pasado.
Es algo bueno, porque los agricultores enfrentan, casi siempre, un tsunami de crisis existenciales, desde el cambio climático y la sequía hasta la escasez de trabajadores y el aumento de los costos laborales. Y seguirán los problemas, a medida que la demanda mundial de alimentos frescos sigue aumentando.
La agricultura de interior, o “agricultura vertical”, muchas de ellas incluso surgieron este año en terrazas o patios, o pequeñas extensiones de tierra, son un punto que brilla y genera interés en particular.
Estas granjas del futuro que son nuevas prácticamente en Estados Unidos, compiten con la industria gigantesca de ensaladas y lechugas que cotizan en 20 mil millones de dólares, por ejemplo.
Inversionistas famosos
Para muestra un botón. Bowery Farms, con sede en Nueva York, acaba de recaudar en Serie C, de la Bolsa de Valores, más de 300 millones de dólares. Han generado muchas miradas y han sido noticia por nombres populares que invirtieron.
Entre ellos Justin Timberlake y Natalie Portman que han dejado algunos de sus ahorros para “apoyar” su línea de verduras que se vende en 850 tiendas del vecino país del norte. En Massachusetts, Little Leaf Farms, otra de las llamadas granjas del futuro, recaudó recientemente 90 millones de dólares, por inversiones indirectas.
Saludables y menos contaminación
Aunque pareciera demasiado información técnica o bastante plana, solo hay que decir que, como dice el dicho, “cuando el río suena es que agua lleva”. Es decir, si gente tan famosa, que cuenta con asesores de inversiones profesionales de primera línea, están invirtiendo en este tipo de granjas del futuro, es que realmente la forma de alimentarnos y comprar comida, ya cambió para siempre.
Difícilmente los hábitos que teníamos seguirán vigentes en la misma dimensión que antes de esta terrible pandemia. Son una oportunidad más saludable y, sobre todo, ahorra gastos y contamina menos.
En definitiva, consumamos más productos provenientes de este tipo de granjas y en el mejor de los casos, ¡invirtamos en ellas!
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