Nadie creería que un museo dedicado a la felicidad sería tan necesario hasta que llegó 2020, y nos cambió la vida a todos.
Nadie creería que un museo dedicado a la felicidad sería tan necesario hasta que llegó 2020, y nos cambió la vida a todos. Creado por el think tank The Happiness Research Institute, este museo busca que reflexionemos sobre las pequeñas cosas de la vida.
“Nuestra esperanza es que los huéspedes se vayan un poco más sabios, un poco más felices y un poco más motivados para hacer del mundo un lugar mejor“, explican desde el museo.
Quizás ahora te estés preguntando dónde estaba este museo dedicado a la felicidad la última vez que visitaste Europa. La respuesta es sencilla, no existía. El museo abrió sus puertas en septiembre y ya ha recibido más de 600 visitas. Perfecto para un lugar que no cuenta con grandes obras pictóricas y ni tan siquiera se encuentra en una calle concurrida del centro de Copenhague.
Desde el museo señalan también que “pareciera que todos buscamos la felicidad, pero tal vez la busquemos en los lugares equivocados“. Por eso, desde el Instituto de Investigación de la Felicidad se decidió crear este lugar como un lugar de encuentro para todos aquellos interesados en el tema.
Y lo cierto es que si algo saben los daneses es de felicidad, ya que son el segundo país más feliz del mundo. Esto según la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN).
Por ello, y aprovechando que el museo se encuentra en la tierra natal del Hygge, existe toda una sección dedicada a analizar la felicidad de las pequeñas cosas. Clave de este modus vivendi que han sabido desarrollar los nórdicos.
Por supuesto, el museo también cuenta con una sala dedicada a la inteligencia emocional y otra en la que encontrarás un enorme mapa con los países más felices del mundo.
Una vida llena de felicidad
El cerebro detrás de este museo y del Instituto es Meik Wiking. También conocido como “el hombre más feliz del mundo” o el padre de la tendencia Hygge, este investigador danés convertido a gurú conoce todos los secretos de la felicidad.
Entre ellos destacan cantidades estratosféricas de chocolate, una cobija calentita según la temporada y tiempo de calidad con los que más quieres.
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