? Hasta hace unos años estábamos seguros de que la genética definía la estatura. Nuevos estudios dicen que el entorno ambiental también.
¿Cuánto de la estatura humana es genético y cuánto se debe a la nutrición? Esta pregunta más bien se debe reformular así: ¿Cuánta variación (diferencia entre individuos) en altura es atribuible a efectos genéticos y cuánto a efectos nutricionales?
La respuesta es que entre el 60 y el 80% de la diferencia de altura entre individuos está determinada por factores genéticos. Mientras que entre el 20 y el 40% se puede atribuir a efectos ambientales.
Debido a que las diferentes poblaciones étnicas tienen distintos antecedentes genéticos y viven en diferentes entornos, la heredabilidad de la estatura puede variar de una población a otra, incluso de hombres a mujeres. En las poblaciones asiáticas, por ejemplo, la heredabilidad de la altura es muy inferior al 80%.
Entorno climático ¿define nuestra estatura?
En las poblaciones africanas, la heredabilidad de la altura también es menor: 65% para la población de África Occidental, según un estudio de 1978 realizado por D. F. Roberts, de la Universidad de Newcastle en Inglaterra. Tales diversidades se deben principalmente a los diferentes antecedentes genéticos de los grupos étnicos y los distintos entornos (climas, hábitos dietéticos y estilo de vida) que experimentan.
Y nuestra genética, ¿dónde queda?
No obstante, queda la pregunta de por qué diferentes poblaciones de antecedentes genéticos similares pueden tener una heredabilidad diferente. La respuesta es, por supuesto, los efectos ambientales. Cuando un entorno específico maximiza el potencial genético de una población para un rasgo peculiar, esta población tiende a tener una mayor heredabilidad para ese rasgo, y viceversa.
En los países desarrollados, por ejemplo, la nutrición para el desarrollo infantil es sólida, lo que maximiza el potencial genético para una estatura ideal, suponiendo que no haya selección ni nuevas mutaciones.
La nutrición es fundamental para la heredabilidad de estatura
Por lo tanto, las estimaciones generales de heredabilidad tienden a ser más altas, es decir, 80%. Por el contrario, en los países en vías de desarrollo, los déficits nutricionales conducen a una menor heredabilidad de estatura. El hecho de que la estatura media de la población estadounidense casi se haya estancado en la última década sugiere que el entorno de nutrientes casi ha maximizado el potencial genético de la estatura.
Mejorar la nutrición en ciertas poblaciones, desde luego, puede significar tener mayores beneficios en términos de estatura y desempeño académico. ¡Nos quedamos así ? !
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