Nuestra coach experta en salud, Paulina Feltrin, nos habla de la importancia de tener buenos hábitos en la vida, para que nuestro poder autosanador actúe correctamente.
Existen dos tipos de enfermedades: aquellas que se contagian (por un virus, una bacteria o algún patógeno) y aquellas que no pueden transmitirse. Estas enfermedades no son contagiosas, como la diabetes, la hipertensión, el cáncer o las enfermedades autoinmunes.
Son estas últimas, las enfermedades no contagiosas (y que no se heredan), las que van en aumento y están colapsando a los sistemas de salud alrededor del mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades no transmisibles (ENT) matan a 41 millones de personas cada año. Lo cual equivale al 71% de las muertes que se producen en el mundo. ¿Y por qué te cuento esto?
Porque más que un misterio por no ser contagiosas, hoy sabemos que estas condiciones están muy ligadas al estilo de vida. Es decir, a los hábitos de quien las padece. Entonces ¿será posible que cada persona tenga el poder de sanar de estas condiciones?
El poder de sanación de nuestro cuerpo
Te acuerdas cuando eras chiquitx, te raspabas la rodilla jugando con tus amigos y no hacíamos más que lavar la herida y dejar que solita se curara ¿cierto? ¿Alguna vez pasó por tu cabeza el que jamás iba a cerrar? O bien, cuando somos adultos y alguna vez nos sangra la encía ¿corres de inmediato al dentista? No es así ¿verdad? Entonces, me pregunto yo ¿por qué cuando se trata de condiciones de salud más severas dejamos de confiar en el poder que tiene el cuerpo de autoregularse y sanarse?
El Dr. Will Bulsiewicz, gastroenterólogo y autor del New York Times Best Seller “Fiber Fueled” menciona en su libro que “el cuerpo está diseñado para sanar, tan solo debemos quitarnos del camino”.
Son los hábitos que se heredan, no las enfermedades
Y lo que yo interpreto como “el camino” son nuestros hábitos. Nadie se cae muerto en la calle por fumar 1 solo cigarro. Es la constancia, es el hacer de fumar un hábito lo que día con día a través de los años genera el daño en los pulmones y otros órganos del cuerpo que llevan a perder la salud.
Entonces, te pregunto ¿si nuestros hábitos nos llevan a enfermar, es posible que también nos ayuden a sanar? Y la respuesta es ¡claro que sí! Y te lo explico de una manera muy sencilla.
Creemos que si en nuestra familia varios tienen diabetes, infartos, gastritis, colitis, triglicéridos altos, obesidad… heredamos sus genes y entonces también estas condiciones de salud. Creemos que tarde o temprano esas condiciones que corren en la familia nos van a tocar.
Es una realidad que heredamos esa genética, como también es real que adquirimos los hábitos de la familia que desarrolla esas enfermedades. ¿te has dado cuenta que si haces ejercicio seguramente tus papás también? O lo opuesto, si llevas una vida sedentaria, es muy probable que en tu familia el movimiento no sea parte de las actividades de rutina.
Los beneficios de la epigenética
Gracias a la epigenética, esta ciencia que estudia como los genes pueden prenderse o apagarse, es que sabemos que nuestros hábitos tienen la capacidad de modificar la manera en que se expresan esos genes. Entonces al cambiar de hábitos, comiendo mejor, cuidando nuestra calidad de sueño, haciendo ejercicio, promoviendo los pensamientos positivos, podemos hacer que esos “genes familiares” nunca se expresen. Y por ende no desarrollemos esas enfermedades que “corren en la familia”.
Así como alguien que fuma un cigarro al día, no va a caer muerto a la primera fumada. Así también, los hábitos que construyen salud requieren de constancia, paciencia y disciplina. Si pones tu empeño y corazón en llevar una vida más saludable, y haces que tus hábitos promuevan el bienestar, entonces estos hábitos se vuelven más poderosos que cualquier medicamento que te pueda dar el doctor.
No seas víctima de tu herencia genética
Tu tienes la capacidad de conectar con tu poder sanador, ser un maestro de tu expresión genética. Y no una víctima de tu herencia genética. ¿Cómo lo puedes hacer?
Crea un diario de 3 días, registra tus acciones en cinco grandes rubros:
- Alimentación: anota todo lo que comes y bebes durante el día, sin juicios
- Sueño y descanso: ¿Cuántas horas duermes y cómo las duermes? ¿Te despiertas cansado o con energía?
- Movimiento: ¿Qué tanto te mueves? Y no me refiero solo a hacer ejercicio, sino a cuento tiempo pasas estacionado en tu silla o en el coche, vs en movimiento durante todo el día.
- Pensamientos: ¿Cuál es tu pensamiento más recurrente? La mayoría de tus pensamientos ¿te hacen feliz o te causan estrés?
- Relaciones: ¿cómo son tus relaciones con los demás?
Esto te dará una guía de cómo están tus hábitos y podrás identificar áreas de oportunidad. Decide solo 1 punto, como “dejar de tomar refresco” e incorpóralo en tu rutina. No trates de hacer muchos cambios al mismo tiempo, recuerda, es la constancia, no la intensidad lo que te llevará a lograr el bienestar, y vivir en mejores condiciones por más años.
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Sobre la autora
Paulina Feltrin es Coach de Salud por el Instituto de Nutrición Integral de Nueva York. Cuenta con cursos como Medicina Mente Cuerpo, por la Universidad de Harvard y el Instituto Benson-Henry. Es co-host del podcast aha moments. Casi todos los días la puedes encontrar tomando jugo de apio, mientras descubre nuevas modalidades para vivir en bienestar utilizando sabiduría ancestral y lo último en ciencia y tecnología. Es sumamente reconocida por haberse transformado. Habla de medicina-mente cuerpo porque le ha cambiado la vida.
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