Está claro que cuando no dormimos, nos sentimos agotados al día siguiente, no rendimos igual y estamos irritables. ¡¿Pero no dormir durante días?!
Imagina la escena: una exsoldado que trafica con somníferos y que ha perdido la custodia de sus dos hijos, va manejando su coche en un día aparentemente normal. De pronto, todos los sistemas eléctricos, incluido los del automóvil, dejan de funcionar. Pero lo peor llega al caer la noche, pues nadie, absolutamente nadie puede dormir y la gente comienza a morir. ¿Qué probabilidades hay de que esto nos suceda? ¿Suena a mera ficción o no estamos nada alejados de la realidad?
Esta supuesta realidad se muestra en Disomnia (Awake), la nueva película de Netflix que está causando controversia alrededor del mundo, por el grado de realismo con el que está hecha.
Disomnia cuenta un suceso post apocalíptico, derivado de una situación más o menos parecida a una pandemia mundial. Pero ¿es verdad que existe gente que puede no dormir durante días o meses? ¿Qué deterioro puede sentir en su cuerpo? ¿Puede alguien morir de disomnia, como cuenta el nuevo filme de Netflix?
¿En qué consiste la disomnia?
Para el psicólogo cognitivo Alejandro Moreno, asociado del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (COP), la disomnia es “un término utilizado para referirse a los trastornos psicógenos del sueño, que se caracteriza por la alteración de la cantidad, la calidad o la duración del sueño, debido a causas emocionales. Afortunadamente los casos de disomnia grave tienen solución y hay manera de controlarlos”.
Los trastornos más comunes de la disomnia son: insomnio, hipersomnia, trastorno del ritmo circadiano sueño-vigilia, sonambulismo, terror nocturno o síndrome de piernas inquietas.
El no dormir puede ser muy dañino para la salud, pues a corto plazo deteriorará la memoria, causará problemas cardiovasculares y del riñón. Asimismo, estudios recientes sugieren que un mayor número de personas con disomnia severa desarrollaron presión arterial alta, diabetes u obesidad.
Y claro, todos alguna vez en la vida hemos sufrido insomnio. ¿Qué tal la sensación zombie que tenemos al día siguiente? El cansancio se triplica durante el día y sinceramente no somos tan productivos como cuando descansamos bien.
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Nuestro cuerpo nos avisa cuando algo anda mal
“Normalmente detrás de la disomnia, existen problemas orgánicos, nerviosos o sociales. La ansiedad y la depresión son dos enemigos que tampoco ayudan y que pueden agravar la situación. Nuestro cuerpo es tan perfecto que está diseñado para mandar señales de que algo no anda bien, mientras dormimos. Si nos despertamos tosiendo siempre a las 4 de la mañana, o no eres capaz de conciliar el sueño a partir de las 2, es posible que tu organismo te esté dando un aviso importante”.
Para ello, la Unidad del sueño, de la Universidad de Navarra, hizo una investigación a más de 1,500 personas para determinar los horarios recurrentes en los que se despertaban durante la noche, y la relación con algunos problemas de salud. Esta fue la hipótesis que elaboraron:
- No poder dormir durante las 9 y 11 pm (cuando habitualmente lo haces): es causa de estrés o ansiedad.
- No poder dormir entre las 11 pm y 1 am: puede referirse a problemas de la vesícula biliar.
- Dificultad para dormir entre la 1 y las 3 am: podría significar problemas de hígado.
- Despertarse entre las 3 y 5 am: debemos poner atención a nuestros pulmones.
- Despertarse abruptamente entre las 5 y 7 am: El intestino grueso intenta decirnos algo.
El arte de dormir, no solo descansar
Dormir no solo radica en irse a la cama y cerrar los ojos durante horas. Es mucho más importante la calidad del sueño que la cantidad. De otra manera, comenzaremos a experimentar daños cognitivos, deterioro en otros órganos y menos rendimiento en nuestro día a día.
Hasta el momento, no hay un caso clínicamente documentado en el que una persona haya muerto por “no dormir”. Dejar de descansar física y mentalmente conlleva a otros padecimientos que eventualmente sí pueden conducir a la muerte. Por su parte, el insomnio familiar fatal es un trastorno provocado por una mutación genética, que consiste en la ausencia de la proteína prion. Pero solo 25 familias en el mundo padecen esta enfermedad, así que podrás estar tranquilo.
Otro caso famoso es el de Randy Gardner quien en 1964, a los 17 años, rompió el récord al permanecer despierto 11 días seguidos. Ni un minuto de descanso, ni para dormir. Gardner experimentó al cabo de unos días afectación en sus habilidades cognitivas, pérdida de peso y dificultad motriz. Sin embargo, mientras los días pasaron sus niveles se estabilizaron y recuperó sus hábitos normales.
Y bueno, al final, esto fue un experimento que por ningún motivo debes intentar. Lo que sí debemos evitar es la disomnia y en el peor de los casos, tratarla, porque como dice el doctor Moreno “tiene solución y para cualquier trastorno del sueño existe la cura”.
Por cierto, ¿ya viste Disomnia en Netflix?
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