Los demonios de Tasmania vuelven a Australia después de tres milenios. La ONG Aussie Ark soltó en su hábitat natural 26 ejemplares. Ya hay siete crías.
Los demonios de Tasmania son los marsupiales carnívoros más grandes que existen. Solo hay unos 25,000 en Tasmania. Pero estos días ha ocurrido algo sorprendente. Han nacido siete crías en Australia continental, una zona donde este animal se extinguió hace más de 3,000 años. Las crías de demonios de Tasmania nacieron en el Santuario de Vida Silvestre Barrington de 400 hectáreas, en Nueva Gales del Sur, según informó la ONG australiana Aussie Ark.
Esta organización sin ánimo de lucro hizo posible el milagro. En septiembre, Aussie Ark puso a 11 ejemplares en su hábitat natural en Australia continental. Antes, ya habían poblado el lugar con otros 15 animales. En total, 26 demonios de Tasmania campaban a sus anchas en un continente que no pisaban desde hacía tres milenios. Y los frutos de esta iniciativa ya tienen forma de siete crías del tamaño de un frijol. Aunque las hembras de los demonios de Tasmania dan a luz entre 20 y 40 crías, solo sobreviven las que llegan a la bolsa de la madre y pueden alimentarse de la progenitora. En estas bolsa están unos tres meses.
Las crías viven en esta bolsa durante tres meses
“Hemos trabajado incansablemente durante unos 10 años para devolver a los demonios a la naturaleza salvaje de Australia continental con la esperanza de que establezcan una población sostenible”, dijo Aussie Ark en un comunicado el lunes. “Los habíamos estado observando desde lejos hasta que llegó el momento de intervenir y confirmar el nacimiento de nuestras primeras crías salvajes. ¡Y qué momento!”.
Los dingos extinguieron a los demonios de Tasmania
Los demonios de Tasmania se extinguieron en el continente cuando llegaron los dingos, una especie de perro salvaje. También ha sido letal para ellos la Enfermedad del Tumor Facial del Demonio (DFTD), una dolencia contagiosa que ha matado a alrededor del 90% de la población de Tasmania desde que se descubrió en 1996.
Estos animales también son depredadores nativos. Esto tiene grandes ventajas para el equilibrio del ecosistema. Según los expertos, estos animales ayudarán a controlar las poblaciones de gatos salvajes y zorros que cazan otras especies en peligro de extinción.
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