Artesanos en Colombia, Somalia y Ucrania, están elaborando “cubrebocas de la paz” como una fuente digna de empleo y para enaltecer sus diseños.
Es tiempo de frenar el coronavirus, pero también de apoyarnos entre todos. Y eso lo ha entendido muy bien Ishkar, una empresa social basada en Afganistán que, recientemente, lanzó una línea de cubrebocas para apoyar a comunidades que viven entre conflictos bélicos.
Se trata de los “cubrebocas de la paz”, una línea de mascarillas faciales que Ishkar ha encomendado a artesanos de tres países: Ucrania, Colombia y Somalia. En estos tres lugares, las guerrillas y los conflictos civiles han ocasionado que millones de personas vivan al límite de la violencia y la marginación económica.
Por ello es que Ishkar ha comisionado a artesanos de estos tres países la elaboración de cubrebocas hechos a mano. De esta forma, los artesanos encuentra nuevas formas de empleo y remuneración económica, al mismo tiempo que llevan su cultura y diseños a otros países.
“Para muchas personas, las percepciones de lugares como Afganistán, Malí, Yemen o Irak se definen por un conflicto por encima de la cultura. Incluso, su belleza y arte se han perdido detrás de las noticias”, dijo Flore de Taisne, cofundadora de Ishkar, en una entrevista.
La historia detrás de Ishkar y los “cubrebocas de la paz”
Flore de Taisne y Edmund le Brun fundaron Ishkar en 2016. La pareja se conoció en un viaje en Afganistán y, desde entonces, pusieron manos a la obra en una empresa con enfoque social.
“Necesitábamos contar historias de lugares como Afganistán. En donde no hablen sólo de bombas y que puedas encontrarlas en los titulares de noticias”, dijo la cofundadora en una entrevista para el sitio Dezeen.
Ishkar ofrece en su catálogo de productos como manualidades, joyería, muebles, artículos de decoración del hogar, entre muchos otros. Todo elaborado a mano por artesanos de países como Yemen, Afganistán y Pakistán.
A finales de 2020, Ishkar lanzó el proyecto “Peace masks”, una línea de cubrebocas elaboradas por artesanos que viven en zonas afectadas por las guerrillas.
Los “cubrebocas de la paz” se realizan en tres diseños: arcoíris, hecho en el este de Ucrania; Alindi, que es el nombre de un tejido típico de Somalia, fabricado en Mogadiscio. Y otro más diseñado por Ciro Gómez, ex combatiente de las FARC y miembro de la cooperativa Ebera Neka. Al mismo tiempo él integra al proyecto a personas indígenas en Tierralta, Colombia.
La compañía también ha declarado que su trabajo no es caridad, sino una oportunidad de negocio real en la cual se generan las condiciones de trabajo justas para los productores, bajo una relación de respeto entre las partes involucradas.
Simplemente nos resta decir: ¡bravo!
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