Hay muchas razones para vivir con un perro, aquí te contamos el porqué crecer acompañado de un peludo amigo mejora el comportamiento de los niños.
Los perros son la mascota perfecta para muchos: El motivo es que brindan su amor incondicional y así se vuelven los mejores amigos de la familia. Tener un can en casa, enseña a los propietarios sobre responsabilidad y paciencia, pero una investigación revela que otro de los beneficios recae en los niños, al mejorar su bienestar emocional y social.
El estudio fue publicado por la revista Pediatric Research. “Si bien esperábamos que la propiedad del perro proporcionaría algunos beneficios para el bienestar de los niños pequeños. Nos sorprendió que la mera presencia de un perro de la familia se asociara con comportamientos y emociones positivas”, dijo Hayley Christian, coautora del estudio.
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Anteriormente, algunos estudios han demostrado que tener un perro en casa fomenta la actividad física con mayor frecuencia, tanto en niños como en adultos. Sin embargo, especialistas indican que se han estudiado muy poco los efectos de vivir con un perro sobre el desarrollo infantil.
El efecto de los perros en el comportamiento de los niños
El estudio investiga si actividades como caminar o jugar con el perro de la familia se pueden asociar directamente con el desarrollo de los niños más pequeños. Se entregó un cuestionario a 1,646 padres, de los cuales 686 tenían un perro, y niños entre los dos y cinco años; a ellos se les preguntó con qué frecuencia el pequeño solía jugar o pasear con el perro.
Los resultados fueron impresionantes; los niños de hogares con perros mostraron un 30% menos de probabilidades de tener comportamientos antisociales; un 40% menos de tener problemas para socializar con otros niños; un 34% más de probabilidades de compartir.
El estudio también revela que los niños que juegan con sus perros con mayor frecuencia, tienen más probabilidades de participar en comportamientos considerados, en comparación con los que juegan con su perro con menor frecuencia.
Tocar, ver, escuchar o hasta hablar con nuestros animales de compañía, ya representa beneficios tanto para nosotros como para ellos; esto pasa porque se liberan neurohormonas que inducen la sensación de alegría, cariño y felicidad.
Si no tienes un perro o alguna otra mascota en casa, ya tienes más de una razón para considerar dar la bienvenida a un nuevo amigo en la familia.