Tener nuestro sistema inmune fuerte y protegido es fácil. Solo hay que identificar (¡y consumir!) aquellos ingredientes que contengan pura vitamina D.
Si bien no se puede afirmar que la vitamina D previene de Covid-19, sí es cierto que esta sustancia tiene muchísimas propiedades beneficiosas para el organismo.
En la Universidad de Turín se han hecho estudios en los que se han podido observar que pacientes geriátricos con Covid-19 tenían bajos niveles de esta vitamina.
Según explica el Consejo General de Enfermería, “aunque no se puede afirmar que la vitamina D previene el Covid-19, sí es verdad que esta sustancia esencial en los niveles adecuados, tiene infinidad de beneficios. Entre ellos, el refuerzo del sistema inmunitario, logrando que los glóbulos blancos maduren antes, de ahí que sea auxiliar para los procesos infecciosos por hongos, virus o bacterias”.
¿Por qué necesito esta vitamina y cómo la consigo?
La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio. El calcio es uno de los principales componentes de los huesos. Esta vitamina también juega un rol en nuestro sistema nervioso, muscular e inmunitario.
Se puede obtener de tres maneras: a través de la piel, la dieta y suplementos. El cuerpo produce vitamina D naturalmente después de exponernos a la luz del sol durante aproximadamente 20 minutos diarios. Y, si no es posible al aire libre, al menos estar cerca de una ventana. Pero demasiada exposición al sol puede ocasionar envejecimiento y cáncer de piel, por lo que muchas personas buscan consumir esta vitamina a través de otras fuentes.
Alimentos que la contienen
Hay algunos alimentos que la contienen como: salmón, atún y la caballa. También en el hígado de res, queso, hongos y yema de huevo.
Los alimentos fortificados contienen esta vitamina, como por ejemplo, la leche, cereales, jugo de naranja, yogur, bebidas de soya, por mencionar algunos.
La vitamina D está presente en muchos multivitamínicos, suplementos tanto en pastillas, como en líquidos para bebés.
¿Qué problemas causa la deficiencia de vitamina D?
Puede conducir a una pérdida de densidad ósea, lo que puede llevar a sufrir osteoporosis y fracturas (huesos rotos). En los niños, puede causar raquitismo, una enfermedad que hace que los huesos se vuelvan blandos y se doblen.
En adultos, la deficiencia severa de vitamina D conduce a la osteomalacia, que causa huesos débiles, dolor en los huesos y debilidad muscular. Así que te sugerimos que incluyas en tu dieta diaria, la ingesta de Vitamina D, ¡sus beneficios son enormes!
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