No es que sean una especie de curandero, pero sí hay animales, como los chimpancés, que tienen la intuición de “tomarse algo” cuando se sienten mal.
El instinto de supervivencia es tan poderoso, tanto en los humanos como en los animales, que psicológicamente despierta la creatividad de cualquiera cuando nos sentimos en peligro.
Por esta razón y por extraña que parezca diversos animales salvajes practican la autocuración cuando se enferman, a través de la herbolaria.
Mamíferos como los monos, chacales, jabalís o elefantes, así como algunos reptiles y determinados tipos de aves han mostrado contundentes pruebas al respecto.
Claro ejemplo fue el que descubrieron hace 35 años gracias al primatólogo Mike Huffman. Al estar estudiando a un grupo de chimpancés en el oeste de Tanzania, Huffman descubrió que consumían mjonso.
El mjonso es una hierba considerada en la población como medicinal en caso de tener parásitos intestinales, diarrea y malestar estomacal.
En regiones de África y Centroamérica la conocen como “hoja amarga”. En estos países la emplean para padecimientos tan simples como amibiasis, hasta fiebre palúdica y disentería o anemia.
Pero esto no es todo, una década antes, un equipo liderado por el primatólogo Richard Wrangham vio que los chimpancés a menudo se tragaban hojas enteras sin masticarlas. Sin embargo en ese entonces no pudieron comprobar la teoría de que se estaban medicando.
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Animales salvajes saben qué plantas pueden curarlos
Consciente de ello, Huffman analizó dicha planta encontrando importantes compuestos que poseían propiedades antiparasitarias.
Como los chimpancés, las abejas melíferas recolectan las resinas de los árboles para disminuir el crecimiento de patógenos. Mientras que los tigres, lobos y leones realizan purgas vegetales para combatir los problemas intestinales.
Los osos pardos, además de ingerir insectos, practican la geofagia (ingestión de tierra) para corregir las deficiencias de su dieta.
Por su parte, los elefantes africanos realizan largas travesías en busca de grutas de sal. Esto con la finalidad de equilibrar el exceso de potasio de las hojas que consumen.
Éstas son sólo algunas de las sorprendentes maneras en las que los animales salvajes se curan, demostrándonos que la naturaleza es realmente sabia y precisa.
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