Diferentes psicólogos coinciden que tanto el silencio como la soledad, son necesarios de vez en cuando para explorar talentos que tenemos escondidos.
El silencio es una herramienta que puede tranquilizar estados alterados, se usa mucho para la meditación e incluso, está comprobado que aumenta nuestra creatividad. Pasar tiempo desconectado del ajetreo de la cotidianidad o rutina diaria mejora el enfoque y la productividad.
Aunque la colaboración o trabajo en equipo es importante, diferentes artistas, creadores y hasta médicos sostienen que el silencio es primordial para la concentración. Así como para el proceso de creación.
Por su parte, la neurociencia reconoce que el silencio produce beneficios terapéuticos para el cerebro. Otros especialistas, como Imke Kirste, biólogo regenerativo de la Universidad de Duke, descubrió que dos horas de silencio al día incrementan el desarrollo celular en el hipocampo, región cerebral relacionada con la memoria.
La soledad, que a menudo está relacionada con el silencio, también es una fuente de creatividad excepcional. Elizabeth Bishop, poeta y escritora de cuentos, cree que todos deberíamos de experimentar un periodo prolongado de soledad. Esto con la intención de conocernos mejor y descubrir una cualidad que teníamos perdida en nuestro interior.
Pero es importante señalar que esta soledad debe ser una decisión personal, no debe ser impuesta y tampoco hay que elegirla si emocionalmente no estamos al 100%. Cuando no se cumplen ciertas condiciones, puede resultar perjudicial.
Usemos a nuestro favor los periodos prolongados de silencio
Como menciona Kenneth Rubin, psicólogo de la Universidad de Maryland, “la soledad sólo es productiva cuando es voluntaria”. Y en el caso de aquellos periodos largos de silencio, lo recomendable es tomar alguna meditación, hacer una retrospectiva hacia nuestro interior o leer un libro positivo.
De esta manera, nuestra creatividad saldrá a flote y nos daremos cuenta automáticamente cuáles son aquellas cosas en las que podríamos ser muy hábiles. Pero que nunca habíamos puesto sobre la mesa.
De hecho, los psicólogos recién egresados pueden tener problemas a la hora de crear silencios en la terapia. Eso es algo muy frecuente, dada la inseguridad con la que comienzan sus procesos terapéuticos con pacientes, tras la poca experiencia adquirida en licenciatura. Pero exponerse a crear estos silencios mejorará mucho la comunicación en la terapia psicológica y, por ende, contribuirá a la mejora del paciente.
Por estos motivos, te recomendamos que programes 5 minutos al día de completo silencio. Elimina las distracciones, apaga tu teléfono y aprovecha este tiempo para pensar y crear. Bloquea el mundo que te rodea y concéntrate en tu interior.
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