Comodidad, seguridad y espacios verdes, son premisas que la Neuroarquitectura captura para crear centros de trabajo que mejoren la calidad de vida.
¿Sabías que la licenciatura en Arquitectura se encuentra entre las 15 mejor pagadas de México?
Pero eso no es lo mejor, actualmente cuenta con una especialidad llamada Neuroarquitectura en la que futuros arquitectos trabajan de la mano de científicos y psicólogos, para entender de forma objetiva cómo el entorno modifica las emociones de quien habita o trabaja ese espacio.
Es decir, en pocas palabras: cómo poder reducir el estrés y ser más positivo teniendo una casa o centro de trabajo, mucho más cómodo y amigable.
“La neuroarquitectura trata de entender cómo el espacio afecta a nuestro cerebro y en consecuencia, a nuestro estado emocional y nuestros comportamientos”, explicó Susana Iñarra, miembro del grupo de investigación de Neuroarquitectura, de la Universidad Politécnica de Valencia, España.
Fomentar la creatividad, reducir el estrés y ser más feliz
El resultado de un estudio de Neuroarquitectura en cada espacio y grupo es único, pero hay ciertos parámetros generales que pueden ayudar a combatir el estrés, la ansiedad y depresión, logrando que las personas sean más positivas y creativas.
Para dejarlo un poco más claro, aquí enlistamos 5 principios básicos que la Neuroarquitectura aplica para construir nuevos centros de trabajo o viviendas:
- La presencia de la naturaleza en interiores disminuye los niveles de ansiedad y estrés.
- Los techos altos propician actividades creativas y artísticas. Mientras que los bajos favorecen la concentración y el sueño placentero.
- La iluminación natural aumenta la sensación de seguridad, la luz blanca activa el cerebro y la cálida, elimina el estrés.
- Una temperatura alta puede reducir el desempeño cognitivo y generar hostilidad. Mientras que el clima templado proporciona confort y estabilidad.
- Los colores llamativos en paredes o muebles actúan sobre diferentes áreas del cerebro y condicionan el estado de ánimo. Por ejemplo, el rosa calma los nervios y reduce la ira. El amarillo y el azul producen efectos de bienestar en los empleados y tiende a percibirse como un lugar saludable. Por su parte, el verde oscuro reduce el ritmo cardiaco y la presión sanguínea.
Ahora sí, ya que conoces los puntos primordiales de la Neuroarquitectura podrás evaluar qué le falta a tu casa o lugar de trabajo, para mejorar su entorno y por consiguiente disminuir el estrés y sentirte más feliz.
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