Hacer ejercicio te puede hacer más feliz pero estudios recientes revelan que también te puede hacer más inteligente y mejorar tu memoria.
Una de las herramientas más importantes y útiles para evitar enfermedades, mejorar nuestra salud y vivir una vida más larga es el ejercicio. Ejercitarte puede mejorar tu sistema inmunológico, y de acuerdo con una reciente investigación, hacer ejercicio también te puede hacer más inteligente.
Varios estudios sobre el ejercicio y la función cognitiva han revelado que el ejercicio aeróbico mejoró la concentración, memoria y las funciones cognitivas de adultos jóvenes, incluso hasta dos horas después de ejercitarse.
El coautor de uno de estos importantes estudios, el médico Peter Blomstrand, dijo al medio Inverse, “el ejercicio te hace feliz y te ayuda a concentrarte. El ejercicio simplemente te hace inteligente.” Lo interesante de estos nuevos estudios, es que anteriormente se vinculaba el ejercicio con las mejoras cognitivas en niños, adolescentes y ancianos, pero ahora se centran en adultos jóvenes.
Los investigadores recopilaron estudios desde 2009 hasta la fecha para mejorar los resultados de la investigación y determinar los efectos del ejercicio en adultos jóvenes. En cada estudio, la rutina se repetía, los participantes hicieron ejercicio físico aeróbico como andar en bicicleta, caminar o correr. Posteriormente, los participantes del estudio también completaron pruebas neuropsicológicas de aprendizaje, memoria y cognición.
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El ejercicio y sus efectos positivos confirmados
El ejercicio aeróbico de intensidad moderada a alta tuvo la siguiente serie de efectos cognitivos positivos:
- Mejoras en la memoria
- Resolución de problemas y planificación
- Mejoras en la memoria a largo plazo
- Mejoras en la memoria de trabajo
- Fluidez verbal
- Mayor concentración
Uno de los descubrimientos importantes es que el ejercicio aeróbico mejora la capacidad de aprendizaje y la memoria si se realiza antes de la actividad de aprendizaje. Sin embargo, los investigadores vieron menos efectos positivos cuando los participantes se ejercitaron después de realizar sus actividades de aprendizaje.
El ejercicio podría activar la corteza frontal del cerebro, según los estudios; aumentar la neuroplasticidad, el flujo sanguíneo y modular la liberación de la dopamina, todos estos, factores que inducen beneficios cerebrales positivos.
Dentro de los hallazgos se confirmó que una sesión de ejercicio que se considera relativamente corta, puede representar efectos significativos en la mente; a largo plazo las personas que hacen ejercicio regularmente tienen mejores capacidades para resolver problemas.