¿Hace cuánto no te ríes por una tontería? ¿Te has dado cuenta que ya nada te sorprende? No caigas en la apatía y recupera tu capacidad de asombro.
Una marcha de protesta contra una ley que restringía el número de refugiados que podían ingresar a Estados Unidos, a la que se unieron también niños, detonó que Dacher Keltner se pusiera a investigar sobre el asombro y la capacidad de emocionarse a diario.
Debido a esta necesidad, Keltner, fundador y director de la facultad del Greater Good Science Center, publicó en 2003 una conceptualización científica histórica del asombro, junto con el psicólogo Jonathan Haidt. Entre los dos lograron basar su teoría en los campos de la religión, la filosofía, la sociología y la psicología.
“Cualquier cosa que se experimente como mucho más grande que el yo. O el nivel ordinario de experiencia del yo, se puede catalogar como asombro”, afirmó Dacher Keltner.
De acuerdo con el psicólogo, la capacidad de emocionarse a diario nos obliga a ajustar nuestras estructuras mentales para asimilar nueva información.
Las emociones positivas impactan en nuestra salud
De hecho, una investigación reciente que escanea el cerebro de las personas mientras experimentan asombro, sugiere que este efecto se manifiesta a nivel neuronal.
En las últimas casi dos décadas de investigación sobre la capacidad de emocionarse a diario, docenas de estudios han descubierto los beneficios asociados con el asombro.
Para empezar, dicen los psicólogos, parece existir una conexión entre experimentar asombro y tener una mejoría en la salud física.
Asimismo, en otro estudio reciente, Jennifer Stellar, psicóloga de la Universidad de Toronto, descubrió que el asombro era una de las emociones positivas más fuertemente asociadas con tener niveles más bajos de citocinas proinflamatorias, proteínas protectoras que se liberan cuando se lesiona o enferma.
Estos niveles llegan a tener efectos negativos en la salud cuando están crónicamente elevados. Incluso, puede aumentar el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, diabetes o depresión.
¡Nunca pierdas tu capacidad de asombro!
Para fomentar más tu capacidad de asombro, Keltner recomienda seguir estos sencillos pasos para ser más asombrosa -valga la redundancia- la experiencia emocional:
- Limita las distracciones. Es decir, completa la tarea que te ha estado molestando. Apaga las notificaciones en tu teléfono, pídele a tu pareja, compañero de cuarto y/o hijos un espacio.
- Trata tu experiencia de asombro como un ejercicio contemplativo. Comienza con una respiración profunda y presta atención al sonido y la sensación de tu respiración, mientras inhalas y exhalas.
- Dirige tu atención hacia afuera y abre tu mente a la inspiración. Observa lo que es atractivo para ti. Piensa en el color del cielo, en el olor de la tierra mojada y hazte preguntas para conectarte mejor con tu entorno.
Lo hiciste… ¿Algunos de tus sentidos parecen intensificados? ¿Se te pone la piel chinita? ¿Te sientes más curioso? ¿Contento? Emocionarse a diario no cuesta nada y por el contrario, enriquecerá tu mente, cuerpo y espíritu.
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