La ira repercute negativamente en nuestras actividades diarias. Aprende a manejarla con los siguientes pasos de la lista.
Todas las personas experimentan la ira, ya que se trata de una emoción básica que ha permitido la supervivencia de nuestra especie. Cuando nos enojamos liberamos cortisol y adrenalina, dos hormonas asociadas con el estrés, el cual es una respuesta adaptativa que nos pone en estado de alerta e incluso nos brinda un extra de energía.
Aunque el enojo nos ha servido para sobrevivir a través de la historia, hoy en día es una emoción que repercute negativamente en casi todos los ámbitos de nuestra vida. Incluso, cuando la ira se presenta frecuentemente causa problemas tanto para la salud física como la mental. Además, cuando estamos en este estado tomamos decisiones erróneas o precipitadas que también perjudican a las personas que nos rodean.
Por este motivo, debemos aprender a controlar la ira con los siguientes pasos de esta lista.
- Reinicia tu mente
Poner tu mente en blanco. La parada de pensamiento es una técnica cognitiva útil en el ámbito terapeútico. El objetivo es tranquilizar tus pensamientos negativos y alejar lo que nos provoca ira. Con práctica podrás anular las reacciones emocionales.
- Sal a caminar
Tomarte un tiempo para pensar es lo mejor que puedes hacer ante una situación estresante. Cuando estés calmado afronta la situación, serás más consciente y aprenderás a manejar eso que te enfada.
- Contar diez segundos
Una de las técnicas más eficientes y más usadas es contar diez segundos mientras respiras profundamente. Con esto bajará la tensión y podrás pensar claramente.
- Comprende la situación
Ser empático te ayudará a entender a la gente o las situaciones que activan tu ira. Amplía tu perspectiva para que dispongas de un mayor contexto que te facilite comprender las situaciones.
- Responsabilízate
Comprender que la ira es una respuesta que proviene de nosotros, una reacción a nuestro entorno es importante para bajar la intensidad de nuestras emociones y cambiarlas.
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