Los narvales, conocidos como ‘unicornios del mar’, son fascinantes criaturas marinas que han sido un misterio durante siglos.
En el mundo existen innumerables especies de animales que aún no han sido descubiertas por los humanos. Por lo tanto, cada nuevo descubrimiento es una revelación y merece se compartido y celebrado, como los ‘unicornios del mar’.
Este es el caso de los narvales, criaturas tímidas y desconcertantes y que lograron grabar en video. El hallazgo tuvo lugar en los fiordos glaciares del Ártico al noroeste de Groenlandia durante una exitosa expedición.
Esto fue posible gracias a la investigación realizada por dos científicos de la Universidad de Hokkaido en Japón, que se publicó en el Journal of Geophysical Research: Oceans, de la Unión Geofísica Americana.
Durante décadas, los científicos han luchado para capturar sus señales acústicas, ya que su ecosistema es uno de los ‘paisajes sonoros más ruidosos del océano’.
Los narvales, normalmente se encuentran en las profundidades de la superficie del Océano Ártico. Son una de las criaturas más enigmáticas del planeta dado el difícil hábitat en el que viven y hasta ahora, apenas habían sido accesibles para los científicos en las excursiones.
La investigación reveló que los ‘unicornios del mar’ han utilizado un silbido como un llamado social para contactar con sus compañeros. Su sonido de ‘clic’, por otro lado, los ayuda a encontrar comida a través de la ecolocalización: cuanto más se acercan a la comida, emiten con más frecuencia su ‘clic’, lo que crea un tipo de zumbido.
Lo que más caracteriza a los narvales es probablemente su apariencia inusual. Los machos presentan un icónico colmillo en espiral, que de hecho es un diente que puede crecer hasta tres metros de longitud.
Los investigadores aún no están completamente seguros de para qué sirve, pero la evidencia revela que los colmillos de narval podrían ser la base de la mitología que rodea a los unicornios. Pero estos unicornios del mar son aún más únicos de lo que sugieren sus sonidos y apariencia.
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Un estudio realizado por investigadores del Museo de Historia Natural de Dinamarca muestra que la diversidad genética de estos animales es sorprendentemente baja. A pesar de esta supuesta desventaja, que siempre se ha considerado como un mal augurio para el futuro de una especie, a los narvales les ha ido bastante bien durante miles de años.
Sin signos de convertirse en una población en peligro de extinción, este hecho desafía a los científicos a repensar la idea establecida de que la diversidad genética siempre debe estar presente para que una especie prospere.
Desafortunadamente, como los narvales solo viven en el Ártico son extremadamente vulnerables al impacto del cambio climático en su medio ambiente. Su destino en un Ártico más cálido no es claro.
Las investigaciones pueden ayudarnos a comprender a estos notables mamíferos, sin embargo, depende de nosotros contribuir para mantener seguras las poblaciones de narvales. Es responsabilidad de los humanos proteger su hábitat de las actividades nocivas y del calentamiento global.