Viajar ligero no solo se trata de llevar lo necesario, también de saber utilizar a la perfección el espacio de tu maleta.
Cuando hacemos maleta sufrimos del “por si…” y metemos mil cosas que muchas veces no utilizamos y, entonces, pagamos exceso de equipaje o vamos cargando kilos de cosas innecesarias. Viajar ligero no es sólo un tema de comodidad o ahorro de dinero, es también una manera inteligente de hacerlo.
La primera recomendación es la más obvia posiblemente, pero la que pocos aplican: elige una maleta ligera. Actualmente existen muchas que son duraderas y aguantadoras sin ser necesariamente pesadas o gruesas.
Empaca básicos. Para evitar el “por sí lo ocupo” o “por si hace frío”, lleva cosas que puedan combinarse entre sí, por ejemplo una sola chamarra podría servirte para uno o todos los días de tu viaje. Estos organizadores de viaje que te mostramos en la foto de abajo, les sirven a las personas que suelen empacar dividiendo qué usarán día a día. ¡Quizá te funcione esta opción!
Si al lugar a donde vas hay lavadora o servicio de lavandería, quizás valga la pena reutilizarlo en lugar de llevar cosas de más.
Olvídate de las botellas enormes de crema o shampoo. Estos recipientes reutilizables rellenables de silicona son la opción perfecta. No guardan olores, no se manchan y son a prueba de derrames. Te servirán para todos tus viajes.
Otra recomendación de los viajeros expertos es meter toda la ropa en rollitos para ocupar menos espacio y poder llevar una maleta más pequeña.
No olvides dar una revisada a lo que estás metiendo en la maleta, si alguna de las cosas la pusiste “por sí”, mejor sácala. Y olvídate de empacar productos que sabes que muy seguramente no vas a utilizar. ¡Viajar ligero es la opción!
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