Las alergias en primavera son más comunes de lo que crees. Esta temporada en CDMX y otros lugares ya están aumentando los casos.
Si en los últimos días has sentido que tu alergia se dispara o que con mayor frecuencia has presentado síntomas como estornudos, tos y picazón en la garganta, tienes que saber que no eres el único. Al menos si vives en la Ciudad de México y lugares donde ya se sientes las alergias por la primavera.
Y es que de acuerdo con especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México, durante el invierno aumentó la cantidad de personas (entre 15% y 25%) con síntomas de alergias en la capital del país.
¿La razón? Un sensible incremento de polen en la atmósfera de la Ciudad de México. Y esto es muy común cuando pasamos de febrero a marzo, por lo cual algunos llaman a estas alergias de primavera o alergias primaverales.
Si bien en la atmósfera capitalina circulan alrededor de 50 tipos de polen, solo algunos granos son alergénicos. Es decir, tienen características en su composición (proteínas) que en personas susceptibles provocan síntomas de alergias en primavera.
La polinosis o enfermedad alérgica afecta (en algunas latitudes) entre 15% y 25% de la población. En México, sobre todo en la capital, las cifras coinciden, afirmaron expertos.
En el presente invierno se incrementó la presencia de pólenes con respecto a enero del año pasado. Por ejemplo, en la zona de Chapultepec aumentó casi 100%, y 40% en Coyoacán.
No obstante, esos granos no se concentran en los sitios donde hay más vegetación, como Ciudad Universitaria o Cuajimalpa, porque el viento los lleva de un lugar a otro, y no sólo dentro de la Ciudad de México, sino a las entidades vecinas.
¿Qué tipos de polen causan las alergias de primavera?
Entre los pólenes más comunes se encuentran los de fresnos, tuyas, juníperos, encinos y distintos tipos de pinos, así como eucaliptos. Pero no todos causan alergias, puntualizó la científica.
El que sí provoca síntomas es el polen del fresno, que ocupa entre 50% y 55% de los que se encuentran en el aire. Sin embargo, cada año aparecen especies con mayor concentración porque hay árboles bianuales, como los encinos. Estos últimos a partir de mayo comienzan a disminuir.
Los pólenes de árboles como los fresnos, aumentan su concentración en la atmósfera entre el mediodía y las cinco o seis de la tarde; en la mañana y la noche disminuyen un poco, pero eso depende del tipo polínico del que se trate.
Asimismo, la concentración de pólenes todavía no se incluye dentro de los criterios de calidad del aire. Por ese motivo, se ha establecido comunicación con la Secretaría del Medio Ambiente de la capital, a fin de que ese parámetro se considere en los avisos sobre riesgos de alergias en primavera.
La Red Mexicana de Aerobiología realiza un monitoreo para mostrar los principales tipos polínicos y sus niveles de concentración presentes en el aire durante del año, mediante cinco estaciones ubicadas en la CDMX y su área conurbada, así como una en los estados de Sonora, y Sinaloa. Próximamente se reanudarán actividades en otras estaciones de la CDMX y el Estado de México, las cuales se detuvieron por la emergencia sanitaria.
¿Cuáles son los principales síntomas de las alergias por polen?
Cuando algunos pólenes viajan y las personas susceptibles los respiran, se presentan afectaciones directas en su calidad de vida; es decir, se produce polinosis, antes llamada “fiebre del heno” o “alergia primaveral”, un padecimiento multifactorial.
Los principales síntomas son la conjuntivitis (caracterizada por ojos rojos, comezón, lagrimeo e inflamación) y/o afectaciones en vías respiratorias (comezón en la nariz, estornudos frecuentes, secreción nasal u obstrucción). En algunas personas se registra asma (falta de aire, sensación de ahogo o pecho que silba).
¿Cómo combatir las alergias de primavera?
Para las personas sensibles resultan útiles algunas recomendaciones, como mantener cerradas las ventanas durante el día y utilizar medios de protección, por ejemplo cubrebocas de alta eficiencia, ya que los granos se quedan atrapados en las fibras de las mascarillas.
Si ya fuiste diagnosticado con alergia puede utilizar medicamentos, recetados por un especialista de la salud, preferentemente un alergólogo certificado; el tratamiento y las recomendaciones siempre deben ser personales.
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