¿Amas tu refresco light? Pues resulta que puede ser, irónicamente, tu peor enemigo al momento de controlar tu peso, sobre todo por la sucralosa.
Lo sabemos. Es una total contradicción —o un corto circuito— para tu cerebro pensar que la sucralosa, esa que se utiliza para endulzar alimentos y bebidas sin calorías, puede hacerte engordar. Pero es real.
Este compuesto químico es muy popular en los refrescos y alimentos procesados, como un sustituto para el azúcar natural. Y en efecto, no aporta calorías, peeero…
Se ha comprobado que la sucralosa incrementa el apetito de quienes lo consumen, sobre todo de las mujeres y de las personas con tendencia a la obesidad. Esto según un estudio dirigido por investigadores de la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California.
Se trata de una de las investigaciones más grandes que se han hecho con la intención de descubrir los verdaderos efectos de la sucralosa en la actividad cerebral. Fue publicado en JAMA Network Open.
¿Sucralosa pa’ la dieta? Piénsalo bien
Muchas personas piensan que los edulcorantes como la sucralosa pueden ayudar a perder peso. Sin embargo, su eficacia jamás ha sido confirmada al 100%.
Incluso, más que ayudarnos, pueden provocarnos aumentar de peso o generar enfermedades relacionadas con el metabolismo, como diabetes tipo 2. Esto también lo concluyo el estudio mencionado anteriormente, en el cual los investigadores analizaron a 74 participantes voluntarios.
Las personas analizadas consumieron, en una primera visita, una lata de bebida endulzada con azúcar refinada. En la segunda visita con los investigadores, bebieron un refresco con sucralosa. Y en una tercera prueba, tomaron agua natural.
Entre las conclusiones están que, tras dos horas después de haber tomado la bebida con el endulzante artificial, se activaron las regiones del cerebro responsables del apetito. Y lo más “híjole”: lo que más se les antojaba —según un escáner cerebral— eran alimentos altos en carbohidratos, como las hamburguesas.
Esto ocurrió más con las personas con obesidad y con las mujeres, quienes registraron mayor actividad cerebral en las áreas responsables del hambre. Incluso más que con las bebidas que contenían azúcar real.
Además, el estudio de la Universidad del sur de California mostró que quienes bebieron aquello que tenía sucralosa comieron más alimentos que los que no. Así que antes de sustituir tus bebidas azucaradas por endulzantes artificiales, primero, consulta a un médico. Y segundo: recuerda que el agua potable siempre será tu mejor opción.
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