Para “explotar” debidamente bosques y selvas es necesario hacer uso de la silvicultura, ciencia que estudia la gestión controlada de los recursos naturales.
Crear conciencia en la población sobre la necesidad de cuidar el planeta es uno de los principales ejes de cientos de empresas y gobiernos. El camino es aún largo por recorrer pero no imposible.
Por ejemplo, Faber-Castell, la empresa dedicada a producir artículos de escritura, creó unos lápices con estuche de madera a través de su propia gestión forestal.
Cada año Faber-Castell produce más de 2 mil millones de lápices, los cuales son elaborados con un procedimiento de economía circular que poco afecta a la naturaleza. Y el resto de la madera comprada para la producción de lápices proviene de fuentes sustentables certificadas. A esto se le llama silvicultura sostenible.
¿Qué es la silvicultura sostenible?
Antes de entrar en qué es la silvicultura sostenible, es necesario comentar que la silvicultura es la ciencia que estudia y controla plantaciones y bosques. Así como los recursos naturales relacionados para fomentar la economía circular.
Y básicamente, hablar de silvicultura sostenible es hablar de cultivo y cuidado de los árboles. También de economía. La silvicultura es una excelente inversión, esto se debe principalmente a los incentivos de las políticas agrícolas para el desarrollo rural. Así como a las perspectivas de crecimiento y financiamiento de este sector.
De hecho, desde hace varias décadas la Unión Europea (UE) financia a la silvicultura, el estado y las regiones. Precisamente porque mejora el uso de las zonas rurales abandonadas y aporta beneficios generales a todo el ecosistema.
El futuro de la silvicultura es muy diferente de la explotación intensiva que, hasta hace poco, ha destruido por completo los recursos de los bosques para darles pastos, ranchos ganaderos o cultivos agrícolas.
Entre las ventajas principales nos encontramos además con la reforestación o forestación de zonas que inicialmente tenían poca cantidad de árboles. También se aprovecha para recobrar aquellas zonas desérticas. Los bosques y selvas forman parte de una fuente de vida para muchas especies vegetales y animales. Es así como se crean los ecosistemas con buena salud.
Preservar bosques y selvas
Por otro lado, la silvicultura sostenible aporta diversos beneficios ambientales ya que puede purificar el aire mejor por la realización de la fotosíntesis por parte de las plantas. Además alimenta a los ríos y abastece a diferentes zonas de agua potable y a sus comunidades cercanas.
Como ves, esta forma moderna de cultivar y proteger los bosques, ayuda al mismo tiempo a que sus comunidades aledañas prosperen y la economía florezca, sin dañar al medio ambiente.
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