El confinamiento nos afecta a nivel psicológico y emocional, sobre todo en un sitio sin ventanas. Con SunnyFive, Samsung abre ventanas donde no las había.
Dicen que siempre que se cierra una puerta se abre una ventana. Pero esto no es cierto, de manera literal, para todos. Pocos leemos libros tan específicos como Ergonomía 4. El trabajo en oficinas. Pero, de cuando en cuando, asomarnos a esas lecturas nos hacen notar lo que de otra manera pasamos por alto. Por ejemplo, esto: “Las ventanas nos proporcionan luz solar, y con ello un contacto con el exterior, en gran medida no se aprecia cuando se tiene, pero las quejas y el malestar son considerables cuando en una oficina no se dispone de ventana al exterior”.
Es natural, todos hemos sentido cómo es estar en un espacio así. Quizá es soportable algunas horas, pero con el tiempo el malestar se puede convertir en un problema de salud. Y es que está comprobado que el poco abastecimiento de luz al organismo provoca tristeza, falta de energía y depresión.
Una solución tecnológica
El confinamiento nos ha hecho revalorar el lujo de asomarse a una ventana. Ya sea que recibas una brisa de aire, la luz matutina o des un vistazo a la calle. Y nos debe hacer reflexionar también sobre el hecho de que miles de personas en el mundo, en especial en las grandes ciudades, trabajan o habitan en espacios que carecen de ventanas. Pensando en una solución, la startup SunnyFive diseñó una ventana artificial que emite una luz lo más cercana posible a la natural. Además, emula los cambios de iluminación del amanecer al anochecer e integra paisajes para que los usuarios puedan “asomarse”. Para que el proyecto tenga potencial masivo, SunnyFive, antes SunnySide, entró a la incubadora de ideas C-Labs de Samsung, con lo que sus ventanas llegarán más rápido a quienes pasan gran parte de su tiempo en espacios con ese abrumador error de diseño.
Salud física y emocional
A decir de Samsung, SunnyFive ayuda a los usuarios a sintetizar su vitamina D aún cuando estén en interiores y tiene la ventaja de que “no hay que preocuparse por las quemaduras o el envejecimiento prematuro”, que son consecuencias de una exposición directa al sol. La temperatura y nivel de brillo que emite la ventana se controlan desde una app. Sin duda, una gran idea para evitar la depresión en espacios cerrados.
