A veces creemos que compartir o empatizar es difícil. En realidad, ser amables tiene más beneficios para la salud y menos complicaciones.
¿Los acontecimientos que cambian el rumbo de nuestras vidas nos han convertido en mejores personas? La respuesta es demasiado ambigua y personal, pero lo que es un hecho es que la amabilidad ha cobrado popularidad en el último año. Quizá por la necesidad de reconciliarnos con los demás, por valorar las ausencias impuestas por una enfermedad que se ha salido de nuestro control. Así, la empatía con los otros está de moda, y más al saber que ser amables reduce la ansiedad. De hecho, en wokii uno de nuestros pilares es la amabilidad. Tanto que nuestro nombre significa “World Kindness International” (¿lo sabías?).
La BBC, en conjunto con la Universidad de Sussex, en Reino Unido, lanzó recientemente un gran proyecto de ciencia en línea. Se llama Kindness Test. La intención es descubrir cómo andamos en el mundo en cuanto a ser amables. Miles de personas han hecho la prueba, que está abierta a quien le interese.
A la par, el psicólogo del desarrollo Robin Banerjee dirige un nuevo estudio sobre la bondad en colaboración con la BBC. Se basó, para ello, en más de 1,000 artículos académicos. Y esto es lo que ha concluido:
Ser amables nos hace sentir bien con nosotros mismos
La psicóloga estadounidense Elizabeth Dunn condujo un experimento en Vancouver para ver los efectos de ser amables. Le dio a las personas que transitaban por una calle un sobre con un billete de 5 o 20 dólares. La mitad de las personas debían gastar el dinero en ellas mismas. El resto, en comprar un regalo para alguien más, o bien, donar el dinero. Debían hacerlo antes de las 5 de la tarde.
En la noche, los investigadores hablaron con todos. Los que destinaron el dinero en ellos mismos compraron sushi, aretes y cafés. El resto, compraron juguetes para sus familiares, comida para sus amigos o destinaron el efectivo a personas sin hogar.
Posteriormente, cada uno debió calificar su estado de ánimo. Más allá de la cantidad de dinero que recibieron o lo que compraron, lo que ocurrió fue increíble: quienes gastaron el efectivo en alguien más se sintieron significativamente más felices que quienes lo destinaron a ellos mismos.
Ser amable provoca efectos positivos en nuestra vida
Oliver Scott Curry, de la Universidad de Oxford, halló que ser amables tiene un efecto positivo de pequeño a mediano plazo en nuestra plenitud. Lo descubrió a partir de una investigación neurocientífica, que halló que cuando hacemos algo bueno por alguien, el sistema de recompensa de nuestro cerebro ¡lo refleja! Descubrió que comportarse con amabilidad puede tener un efecto de pequeño a mediano plazo en nuestro bienestar.
La investigación neurocientífica confirma que cada que hacemos algo bueno por alguien más, el sistema de recompensa de nuestro cerebro se activa.
“La amabilidad nos puede costar, pero experimentamos una sensación de recompensa en partes de nuestro cerebro cuando somos amables con los demás; tal como lo hacemos cuando comemos algo delicioso o tenemos una sorpresa agradable. Estas partes del cerebro se activan y nos motivan a hacerlo una y otra vez“, señaló a la BBC Dan Campbell-Meiklejohn, quien conduce The Kindness Test.
La amabilidad reduce la ansiedad
Los expertos le pidieron a un grupo de estudiantes que sufren de ansiedad social llevar a cabo actos relacionados con ser amables durante cuatro semanas. Por ejemplo, lavar los platos de sus roomies o donar ropa a fundaciones.
Los resultados finales indicaron que tras ser amables, su ansiedad social disminuyó considerablemente. Y los mismos resultados está arrojando The Kindness Test, respecto de la amabilidad en el día a día.
Si te interesa tomar esta prueba gratuita, disponible en línea hasta el 4 de octubre, da clic aquí. No hay respuestas correctas e incorrectas, y puedas conocer mucho de ti mismo (y de la importante capacidad de ser amables).
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