Hay un no sé qué, que qué sé yo… que nos atrae tanto de los rituales de Año Nuevo, y sean verdad o no, se han transmitido de generación en generación
Cada 365 días repetimos rituales que nos auguran abundancia en el Año Nuevo que comienza pero, ¿qué significan y de dónde vienen?, ¿neta tendremos mejor suerte?
No vamos a negar que estamos llenos de rituales, muchos de ellos, ya no los notamos porque los hacemos casi en automático. Tocar madera para evitar la mala suerte, levantarse de la cama con el pie derecho, entre otros.
Sin embargo, todos y cada uno tienen valores simbólicos asociados a creencias personales o de una comunidad. Y, nos gusten o no, son parte de la historia de la humanidad.
¿Por qué nos gustan tanto los rituales?
Existen muchas razones, si nos vamos un poco a la historia, se relaciona con el sentido de marcar un inicio y un final. Como ejemplo, todo el ritual que se realiza cuando alguien muere, uno de los más antiguos y vigentes, recordemos que los egipcios embalsamaban a las personas importantes para “mantenerlas vivas” y, aquí en México tenemos el Día de Muertos.
En el caso del Fin de Año, va más por la “necesidad” de destacar un cierre de ciclo y el inicio de otro, por medio de ciertos simbolismos sociales o espirituales. Como que de alguna manera buscamos que el cerebro reconozca que algo está finalizando.
Lo que sí es un hecho, es que realizar rituales da esperanza y cambia el mindset hacia las acciones positivas.
¿De dónde nacieron estos rituales?
Los chones rojos y amarillos
Todos sabemos que si se trata de desear encontrar el amor en el año que comienza, los calzones rojos no deben faltar. Pero si de dinero y abundancia se trata, están los amarillos.
Esta creencia viene desde la Edad Media, donde se prohibía vestir de rojo, pues se relacionaba con la sangre, brujería y el demonio. Sin embargo, las creencias paganas decían que este color en invierno atraía la abundancia.
Fue así que, a escondidas, empezaron a usarlo en la ropa interior con la idea de que eso les traería suerte, una pareja adinerada y abundancia.
Las 12 uvas
Este ritual es de origen español y comenzó a inicios del siglo XX -pero se ha replicado en muchas partes del mundo-, con la creencia de que a la medianoche se deben comer 12 uvas, una con cada campanada del reloj. Esto con la idea de tener suerte los 12 meses del año que inicia.
Como estos, hay muchísimos más, desde sacar las maletas, barrer, comer lentejas… Si quieres hacer alguno que no incluya uvas, aquí vas a encontrar 11 más.
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