Las ciudades registraron 50% menos iluminación durante el confinamiento por el Covid-19. La razón no es el menor consumo.
Las ciudades registraron 50% menos iluminación durante el confinamiento por el Covid-19. La razón no es el menor consumo. El alumbrado público se mantuvo y en las casas aumentó. ¿Qué fue responsable de ese bajón?
Según estudios realizados en Granada (España) y en Berlín (Alemania), todo se debió a la reducción drástica de la circulación vehicular y aérea . El efecto ha sido muy llamativo. Con menos coches y aviones, hubo un número mucho menor de emisiones y esto contribuyó a limpiar la atmósfera.
Exceso de luz afecta al ecosistema
Las investigaciones tuvieron lugar durante los meses de marzo y abril, cuando autoridades europeas decretaron un encierro riguroso. Asimismo pudieron medir la contaminación lumínica, muy difícil de valorar porque no es sencillo orquestar un apagón premeditado.
Así que estos meses fueron la ocasión perfecta para tomar el pulso al exceso de luz. Igual que la contaminación del aire o la del ruido, la de la luz también afecta al medio ambiente y al ecosistema.
Por su parte, Investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) y las universidades Complutense y de Exeter (Reino Unido) revisaron imágenes de un satélite de la NASA; usaron una especie de fotómetros que miden la potencia del brillo nocturno y anotaron los registros de esta luminiscencia.
El científico del IAA, Máximo Bustamante, principal autor de la investigación aseguró, entonces, que más que la ausencia de luz proveniente de los focos de los coches, fue la escasez de emisiones de partículas a la atmósfera lo que redujo la iluminación durante el confinamiento.
Emisiones fatales
Investigadores de Leibniz Institute of Freshwater Ecology en Berlín midieron también el brillo nocturno en pleno confinamiento. Y llegaron a la misma conclusión.
Los coches y los aviones son responsables del descenso de luz debido a las emisiones que desprenden. Detectaron 20% menos luz nocturna en el centro de la ciudad. Si la medían a 60 km de este punto bajaba un 50%. Siempre con el mismo alumbrado público que en tiempos normales.
“En las imágenes de satélite antes del confinamiento podemos ver que las carreteras están iluminadas, pero durante el cierre desaparecen de la vista del satélite”, cuenta el científico del Instituto Leibniz de Ecología Acuática, Andreas Jechow.
“Creemos que la reducción de la iluminación se debió sobre todo al descenso de las estelas de condensación del tráfico aéreo y la menor contaminación del aire”, declara a El País.
Sorprendente o no, definitivamente existen consecuencias positivas para el planeta derivadas de la pandemia, ¿no crees?