El azúcar está en todos lados: dulces, jugos, pan y bebidas; pero ¿por qué es tan adictiva y siempre queremos más?
En México y casi todo el mundo resulta muy difícil vivir lejos del consumo de azúcar.
La encontramos en el desayuno en el pan dulce, el jugo, el café con leche o la mermelada en los hot cakes.
También está en la comida, en el agua de frutas que consumimos o ese postrecito que nos hace feliz. En la cena está en los cereales, la leche con chocolate o ese chocolatín que nos va muy bien en el paladar.
Comer azúcar es placentero, delicioso y siempre queremos más; sin embargo, lo que pocos saben es que el azúcar se comporta como una droga muy difícil de dejar.
De acuerdo con una publicación de la Universidad Veracruzana, el azúcar tiene efectos similares a la nicotina, el alcohol, la cocaína e incluso la heroína.
Según un estudio realizado en animales, los endulzantes tienen un gran poder adictivo igual e incluso mayor a las drogas sintéticas, esto debido a que el azúcar o bien, los endulzantes artificiales, no se encuentran en la naturaleza y nuestro cuerpo al probarlo no lo puede controlar.
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¿Por qué es tan adictiva?
Cuando consumimos azúcar y endulzantes artificiales nuestro cuerpo experimenta una gran cantidad de placer.
Nuestro cerebro libera dopamina, un neurotransmisor que nos da la felicidad; y también segrega otras sustancias relacionadas a la satisfacción.
Nuestro cerebro, al estar expuesto a estas sustancias, presenta un descontrol y adicción, ya que siempre buscará consumir azúcar para experimentar bienestar.
¿Cómo me alejo del azúcar?
Aunque resulte difícil dejar la adicción al azúcar, se pueden realizar pequeños cambios para bajar el consumo de esta sustancia.
Primero, identificar esos alimentos que podrían contener mucha azúcar. Después, disminuir el consumo de esos alimentos o golosinas con endulzantes artificiales.
Un tercer paso sería preferir el consumo de azúcar natural como la fruta. En el caso del chocolate, se puede optar por las barras de cacao sin azúcar. Nada de chocolate con leche.
Aunque suene difícil, con esfuerzo y paciencia podemos alejarnos poco a poco del azúcar y la adicción a esta sustancia.
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