Pensar demasiado no es precisamente una virtud: puede ser un factor que desencadene desde fatiga hasta otros problemas severos.
El acto de “sobre pensar” o “pensar demasiado” suele estar asociado a problemas psicológicos, como ansiedad o depresión, aunque para los expertos es difícil saber qué aparece primero.
La psicoterapeuta Amy Morin escribió en un artículo para la revista Forbes sobre los 10 Signos del Pensar Demasiado.
En su texto, plantea que esta condición involucra regresar al pasado una y otra vez, y una preocupación excesiva por el futuro. Además, dice que pueden existir dos tipos de “overthinking”.
El primero es totalmente lo opuesto a lo que ella llama la “solución saludable de los problemas”. Es decir, pensamos demasiado en cómo encontrar una respuesta a una situación difícil que terminamos más revueltos.
El segundo es lo opuesto a la “autoreflexión”. Cuando autoreflexionamos estamos aprendiendo y adquiririendo una perspectiva de uno mismo, con un propósito en mente.
Pero cuando pensamos demasiado no estamos autoreflexionando, sino ahondando en algo en lo que no tienes control. Sin un propósito, no puedes desarrollar una idea clara de la situación.
Los riesgos de pensar demasiado
Sabemos que pensar demasiado puede aumentar el estrés. Al estar afectada tu noción de claridad y tu capacidad para solucionar problemas, esto puede aumentar la sensación de estrés y conllevarte a experimentar algún problema de salud mental.
También, pensar demasiado puede desencadenar ansiedad y depresión. Los sentimientos de preocupación se gravan y llega el miedo, la tristeza y la falta de esperanza.
Otras formas de manifestarse son la ira y la irritabilidad, que a la larga causan depresión y aumentan el riesgo de desarrollar una adicción.
Los médicos coinciden en que pensar demasiado afecta la respuesta del sistema inmune. Las situaciones de estrés hacen que se produzcan hormonas o sustancias como el cortisol innecesariamente, lo cual puede ser en detrimento de tu sistema inmune.
Por si esto no fuera poco, el overthinking puede hacer perder tu creatividad. Cuando todo está en calma en tu cerebro y en tu cabeza, todos los procesos cognitivos y creativos se desarrollan y suceden más fácil y naturalmente.
Otros riesgos a la salud
No queremos asustarte, pero está comprobado que pensar demasiado puede incrementar tu presión arterial y el riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular.
A consecuencia del estrés, también puede agravar los factores que aumentan el riesgo de una cardiopatía, un aumento de los niveles de colesterol, una alimentación no saludable, entre otros peligros.
También alterará tu sueño. Sentirás que tu cerebro no se desconecta, esto alterará tu patrón de sueño y la calidad del mismo. Se te dificultará conciliarlo y, por lo tanto, tendrás un sueño no reparador.
Por último, puedes tener cambios a nivel digestivo. Cuando estás estresado o pensando una y otra vez, pueden aparecer malestares digestivos que a la larga causen síndrome de intestino irritable, gastritis o hasta úlceras en el tracto digestivo.
Y en casos mucho más frecuentes, pensar demasiado te llevará a la inacción: probablemente, te sentirás incapaz de tomar decisiones, de solucionar problemas y por ende, de tomar acción y emprender.
¿Cómo ponerle pausa a tus pensamientos?
La mejor forma de lidiar con el overthinking es ir con un profesional de la salud mental que te ayude a identificar el origen de tus pensamientos.
Muchas veces, pensar demasiado está relacionado con la ansiedad, la depresión o con ciertas obsesiones que sólo podrás cortar de tajo con ayuda profesional.
Independientemente de ello, también puedes probar con algunos de estos consejos:
- Distrae y ocupa la mente
- Crea conciencia del momento presente
- Haz ejercicio
- Medita o haz ejercicios que promuevan la respiración profunda
- Enfócate en encontrar una solución en vez de enfocarte en el problema
- Desconéctate y establece momentos con tiempo definido para la reflexión
- Explora nuevas formas de sentirte bien como el prestar algún servicio o hacer un voluntariado
- Reconoce los pensamientos negativos y trabaja en transformarlos a los positivos
- Come conscientemente (sin ver el teléfono o contestar correos)
- Sal a hacer actividades que te llenen.
No caigas en la espiral del overthinking. Te repetimos, no es una virtud ni una habilidad: pensar demasiado puede ser señal de que algo no está en equilibrio en nuestras vidas.
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