“La meditación no me funciona, ¿qué hago?”, aquí la respuesta

Hay muchos beneficios que se pueden obtener de la meditación en todas sus diversas formas, pero también es cierto que no funciona para todos. ¿A qué se debe que la meditación puede no funcionar en ti o en otras personas?

Las investigaciones sugieren que hacer meditación diaria puede ayudar a reducir el estrés, fortalecer la concentración, mejorar la autoconciencia, promover la salud emocional y estimular el sistema inmunológico en general.

Pero aquí hay otro hecho que también influye: ¡el porqué lo haces! Originalmente, la meditación forma parte de las tradiciones espirituales y de sabiduría que promueven la acción basada en valores, la compasión por los demás y el desarrollo moral.

Sin embargo, en el mundo occidental a menudo se promueve la meditación y el yoga como prácticas de salud, ya sea para bajar de peso o tener elasticidad. Y está bien, pero esto puede irse más hacia la promoción (algo superficial) de la calma personal por encima del crecimiento espiritual. Y una vez ahí, la meditación ya no funciona con su propósito original.

¿Cuál es el objetivo de la meditación?

La meditación se implementa con frecuencia en el contexto de la psicoterapia, donde ha mostrado resultados prometedores para personas que luchan contra la depresión, trastornos de ansiedad e incluso adicciones. Pero la meditación podría no funcionar en ti ni en nadie si no hay una intención. Y esta es la palabra clave: la intención.

Miles de estudios sobre la meditación destacan que, para que haya un resultado debe haber una correlación con la flexibilidad psicológica y la atención plena durante el proceso. Es decir, necesitamos entregarnos plenamente a la práctica.

Recientemente, un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Nueva York, en Albany, estudió la práctica de meditación de alrededor de 100 personas para evaluar las razones por las que la gente medita, con el objetivo de comparar sus intenciones con los resultados obtenidos al final.

Casi la mitad de los participantes meditaron para manejar los sentimientos difíciles o para deshacerse del estrés o el miedo. Mientras que la otra mitad meditó para abrirse y aceptar mejor los pensamientos y sentimientos que pudieran surgir.

Los del segundo grupo obtuvieron todos los beneficios esperados de la meditación: menos ansiedad, menos preocupación, menos depresión y mejor conciencia consciente. Para el resto, no hubo prácticamente ningún beneficio.

¿Por qué la meditación no me funciona?

La meditación parte del supuesto de que no debemos evadir nuestras emociones ni nuestros pensamientos: se trata de contemplarlos para poder entenderlos. El problema es que muchas personas creen que meditar es un momento para no pensar.

Puede sonar irónico: la práctica superficial de la meditación (esa que se promueve para deshacerse del estrés y el miedo) es menos efectiva. Por el contrario, cuanto más estés dispuesta o dispuesto a abrirte a tus pensamientos y experiencias difíciles, será más fácil que puedas desprenderte de ellos.

La única manera de acceder verdaderamente a los beneficios de la meditación y la práctica contemplativa en todas sus formas es ser más humildes: abrazar las prácticas y con ellas las experiencias difíciles que pueden filtrarse.

Meditar entrena nuestra capacidad para abrirnos a la vulnerabilidad, para poder experimentar nuestra propia experiencia, que es una habilidad importante en casi todas las áreas de la vida.

La meditación no es una herramienta para deshacerse de las cosas difíciles. Es una forma de aprender a involucrarse mejor con toda la vida. Puedes aprender a sentir lo que se sientes, pensar en lo que estás pensando, percibir lo que estás percibiendo, recordar lo que estás recordando, sin ser dominado por tus sentimientos, pensamientos, sensaciones o recuerdos.

Sí, es difícil, pues implica mantenerse consciente y en equilibrio, además de que la meditación, para que funcione en ti, debe ser una práctica de por vida.

Suscríbete aquí a nuestro newsletter semanal y recibe buenas noticias directamente en tu correo electrónico.

También te recomendamos: Wokii Challenge: 21 días de meditación para principiantes