Seguro te has preguntado cuáles son los pros y contras de bañarse diario. Aquí te decimos qué recomiendan los dermatólogos.
Definitivamente no necesitas bañarte dos veces al día y no te va a pasar nada si te saltas un día por flojera o por estar demasiado ocupado, pero meterse a la regadera regularmente es necesario. Al mismo tiempo, esto nos plantea la pregunta de cuáles son los pros y contras de bañarse a diario.
Los expertos recomiendan que, si no quieres bañarte todos los días, lo hagas cada dos o tres, esto porque bañarse en exceso puede provocar irritación y resequedad en la piel, ya que afecta los aceites naturales que forman la barrera de la piel, que la protege de todas las cosas a las que está expuesta todos los días.
Pero, puedes hacerlo más veces si eres alguien que suda mucho, hace ejercicio todos los días o tienes alguna condición de la piel que requiera una mayor limpieza e higiene. Al final, cada persona puede decidir la cantidad de veces en las que se baña, pero debes tomar en cuenta los pros y contras de bañarse a diario
Los pros de bañarse a diario:
1. Remueves el exceso de grasa y evitas el acné
Hay muchas causas para el acné, puede ser hormonal, consecuencia de algún medicamento o incluso el estrés, pero también hay casos en los que puede ser el resultado de no bañarse lo suficiente. Esto es especialmente cierto para personas que suelen irse a dormir sin lavarse el rostro.
Cuando la piel está sucia, hay mayor posibilidad de que los poros se tapen y hay más posibilidades de que aparezcan puntos negros, así que es importante tener una rutina de higiene diaria.
2. Evitas irritación provocadas por la acumulación de suciedad
La suciedad y la acumulación de piel muerta puede hacer que la piel se vea roja, que aparecen zonas inflamadas e incluso que te sientas irritado al contacto con la ropa.
Este es un problema que te puede hacer ver más viejo de lo que eres. Sin una limpieza regular, las células muertas se acumulan en la piel y esto también puede provocar mucha comezón y la sensación de que la piel está muy seca.
3. Reduces la cantidad de gérmenes
Cuando hablamos de los pros y contras de bañarse a diario, debes recordar que estás expuesto a todo tipo de gérmenes y bacterias todo el día, no bañarte hace que se acumulen.
Si no te bañas regularmente y no usas un exfoliante cada cierto tiempo, entonces es más difícil que las bacterias buenas puedan combatir a las malas, y eso puede provocar la aparición de hongos e infecciones. Además, con todos esos gérmenes que no se eliminan, tienes más probabilidades de enfermarte.
4. Evitas que tu cabello se haga grasoso
Los aceites naturales del cuero cabelludo son esenciales para mantenerlo saludable, pero, cuando se acumulan, hacen que tu pelo se vea sucio y grasoso. No tienes que lavarte el pelo todos los días si no lo necesitas, pero dejar pasar demasiado tiempo te da una apariencia sucia y tu pelo no se va a ver saludable.
Además, puedes tener irritación en el cuero cabelludo, que puede presentar irritación, inflamación y descamación.
Los contras de bañarse diario
1. Altera tu PH
La piel es un ecosistema de miles de bacterias, virus y hongos. La capa de lípidos tiene un pH situado en aproximadamente el 5,5, que es el que impide que estos gérmenes vayan a sus anchas por nuestra piel.
Es importante, por tanto, no alterar esta acidez. Estos habitantes necesitan estar en equilibrio, pues un baño excesivo altera la distribución natural de bacterias buenas en la piel.
2. Nuestra piel queda desprotegida
Las células muertas que tenemos en la piel son muy necesarias, al lavarnos continuamente eliminamos esta capa protectora. Como consejo, asegúrate de utilizar jabones que no sean tóxicos y con la menor cantidad de químicos posibles.
Conclusión: ¿son más los pros o los contras de bañarse diario?
A pesar de que no hay un límite concreto de duchas, sí hay cierto consenso entre los dermatólogos en que es mejor no ducharse cada día, si es posible.
El lavado excesivo hace que la piel pierda parte de sus aceites naturales, lo que provoca que disminuya la protección de las células de la piel y, por tanto, que cause daño y esta sea más permeable a las bacterias o los virus, precipitando la picazón, la sequedad y la descamación.
La frecuencia depende del nivel de actividad. Si, por ejemplo, se hace ejercicio y se toma una ducha por la mañana y otra después del gimnasio, lo que se convierte en dos duchas diarias. Lo mejor es reducir de manera drástica el tiempo de estas duchas, que sean lo más cortas posible (menos de cinco minutos). Además, ¡así ahorras agua!
Una persona sedentaria, en cambio, puede ducharse dos o tres veces por semana, sobre todo en invierno. Esto también varía en función de la piel y de la actividad que se lleve a cabo. Ancianos y bebés, que tienen una piel más sensible, necesitan menos duchas y menos tiempo para ducharse.
Es importante no enjuagar todo el cuerpo, solo aquellas zonas del cuerpo que se ensucian más (axilas, pies y genitales, que son los que producen olor corporal).
Para el resto del cuerpo, como brazos y piernas, no es necesario usar jabón cada día para proteger los aceites y lípidos de la piel que nos aportan una adecuada humectación e hidratación dermatológica.
Adicionalmente, los dermatólogos de la Academia Americana de Dermatología aconsejan “mantener duchas activas”, es decir, no pararse debajo del agua varios minutos seguidos.
Ahora que conoces los pros y contras de bañarse a diario, ¿tú qué team eres?
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