Estudiante crea bioplástico a partir de desechos de pescado

Lectura 2 mins.
Estudiante crea bioplástico a partir de desechos de pescado

El bioplástico compostable de Lucy Hughes, estudiante de la Universidad de Sussex, fue reconocido con el Premio James Dyson de 2019.


Bautizado como MarinaTex, el bioplástico creado por la estudiante británica Lucy Hughes es una alternativa compostable hecha de escamas y productos de desecho de la piel de pescado. Usualmente, los residuos de este tipo se entierran en rellenos sanitarios o son incinerados. 

Esta innovación comenzó como un proyecto escolar de último año para el curso de diseño de productos de la Universidad de Sussex, Inglaterra. Hughes quiso que, además del valor curricular, su proyecto tuviera un beneficio ambiental real. 

“No quería usar materiales naturales vírgenes, así que me reté a comenzar con un flujo de residuos. Para mi, un buen diseño es algo que cierra la brecha entre los comportamientos, los negocios y nuestro planeta.”, dijo Lucy Hughes al portal especializado en diseño y arquitectura, dezeen. 

Ganadora del Premio James Dyson

Por la naturaleza de sus materias primas, este bioplástico no agota los recursos naturales del planeta ni requiere el establecimiento de una infraestructura separada de recolección de desechos. Hughes ha dicho que el desperdicio de un solo bacalao es suficiente para producir 1 mil 400 bolsas MarinaTex.

No te pierdas: Ford y McDonald’s transforman desperdicio en autopartes



Datos de la administración pesquera del Reino Unido señalan que, tan sólo en Inglaterra, se producen anualmente casi 500 mil toneladas de desechos derivados del procesamiento de pescados. Imaginen el enorme potencial.

Además, el bioplástico de MarinaTex es traslúcido, flexible y con mayor resistencia a la tracción que el polietileno de baja densidad (LDPE), el material más común usado en las bolsas de plástico.

El diseño final, producto de más de 100 experimentos realizados en la propia cocina de Lucy, utiliza también un aglutinante orgánico que proviene del agar. Esta sustancia gelatinosa se obtiene de las paredes celulares de algunas especies de algas rojas, mismas que la estudiante recolectó localmente de la costa de Sussex. Después de su uso, el bioplástico puede convertirse en composta y se descompone en un periodo de cuatro a seis semanas.