Nos preocupamos tanto por saber que hay tras de la sonrisa de la Mona Lisa que no vimos lo que había debajo del cuadro. Ahora, la tecnología nos lo muestra.
Pocas obras de arte han causado tanto misterio y especulaciones como La Gioconda. El cuadro, que fue pintado entre 1503 y 1519 por Leonardo Da Vinci, no deja de dar de qué hablar incluso siglos después de su realización. Muchas leyendas giran entorno a la mujer que vemos en esta pintura de técnica sfumato. ¿Qué hay detrás de la sonrisa de la Mona Lisa?, ha sido una pregunta que ha generado este cuadro durante años, cuando la respuesta podría estar en lo que hay debajo. Y es que se sabe que Da Vinci realizó múltiples retoques que solo han aumentado el misterio.
Que si se trata de un autorretrato en versión femenina, que si la modelo estaba embarazada o no, que si contiene mensajes secretos o si es un simple retrato. Como sea, el descubrimiento más reciente —se anunció hace apenas unos días— es que bajo la Mona Lisa hubo otra mujer, una más semejante a una diosa.
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¿Qué es lo que hay debajo de la sonrisa del cuadro de la Mona Lisa?
Por medio de un análisis profundo realizado por el científico Pascal Cotte, quien ha estudiado a la Gioconda por más de 15 años, hoy podemos ver un boceto de Da Vinci que había permanecido oculto por siglos.
La también llamada Mona Lisa oculta debajo de su sonrisa otro cuadro, uno que a decir de Cotte muestra “una mujer irreal, como una diosa”. El boceto puede verse gracias a un invento de Cotte: una cámara de ultra alta resolución que es sensible a multiespectros de luz. Con esto, el científico examinó unas 1,650 imágenes del cuadro y ha publicado sus descubrimientos en el Journal of Cultural Heritage.
El el “cuadro debajo del cuadro” podemos ver a una mujer con un tocado que luce como una corona. Cotte recalca la importancia de este detalle: “No es posible que Mona Lisa tuviera el pelo así, era imposible en esos años en la ciudad de Florencia”.
No sorprende la imaginación y la visión futurista de Da Vinci, pero ahora se crea una nueva pregunta: ¿por qué no terminó aquel cuadro? ¿Quizá hacer una figura así hubiera implicado un sacrilegio? ¿Le hubiera preocupado eso a Da Vinci? O quizá sucedió algo más simple y el boceto no lo convenció por lo que decidió usar el lienzo para hacer otra pintura. Quizá nunca sabremos toda la historia que hay alrededor de la Gioconda. Y es que, al parecer, cada avance que procura desentrañar sus misterios solo genera otros nuevos.
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