La OMS alertó sobre un aumento global de casos de influenza A (H3N2). Aquí te contamos cómo prevenir el contagio.
La Organización Mundial de la Salud confirmó que la actividad gripal ha aumentado este invierno en varias partes del mundo, con el virus de influenza A (H3N2). Esta variante es responsable de gran parte de los casos de influenza estacional reportados recientemente.
Aunque la “súper gripe” no parece ser más grave de forma individual que las gripes típicas, su alta transmisibilidad está provocando más contagios, ingresos hospitalarios y presión sobre los sistemas de salud en varios países.
Por eso, más allá de la alarma mediática, la OMS y la Organización Panamericana de la Salud han reforzado recomendaciones para que la población se proteja de forma eficaz.
Cómo se contagia (y por qué es tan fácil)
La influenza se transmite principalmente por gotas respiratorias al toser, estornudar o hablar a corta distancia. También puede pasar por manos y superficies contaminadas, cuando tocamos ojos, nariz o boca. En espacios cerrados y con poca ventilación, el riesgo aumenta.
Claves para prevenir la “súper gripe”
1. Vacúnate cada temporada
La vacunación anual es la medida más efectiva para reducir infecciones graves, hospitalizaciones y muertes. Aunque no evita todos los contagios, disminuye la severidad y corta cadenas de transmisión. La evidencia muestra que las vacunas contra influenza reducen complicaciones, especialmente en grupos de riesgo.
2. Lávate las manos
El lavado con agua y jabón durante al menos 20 segundos reduce de forma significativa la transmisión de virus respiratorios. Si no hay agua, usa gel con alcohol al 60–70%. Es una de las barreras más simples y efectivas.
3. Ventila espacios cerrados
Abrir ventanas y puertas mejora la circulación del aire y disminuye la concentración de virus en interiores. Estudios en salud ambiental muestran que la ventilación reduce el riesgo de contagio en oficinas, escuelas y hogares.
4. Usa cubrebocas si tienes síntomas
El cubrebocas sigue siendo una herramienta útil cuando hay tos, estornudos o congestión. Ayuda a proteger a los demás y a cortar brotes, sobre todo en transporte público y lugares concurridos.
5. Evita tocarte la cara
Ojos, nariz y boca son puertas de entrada del virus. Reducir este hábito, junto con manos limpias, baja el riesgo de infección.
6. Cuida tu sistema inmune
Dormir entre 7 y 9 horas, mantener una alimentación equilibrada, hidratarte y manejar el estrés fortalece la respuesta inmunológica. La evidencia relaciona el mal descanso y el estrés crónico con mayor susceptibilidad a infecciones.
¿Cuándo acudir al médico?
Busca atención si hay fiebre alta persistente, dificultad para respirar, dolor en el pecho, confusión, deshidratación o si perteneces a un grupo de riesgo.
El tratamiento temprano puede evitar complicaciones. Recuerda: La “súper gripe” se combate con hábitos sencillos y consistentes: vacunación, higiene, ventilación y responsabilidad social.
Prevenir no es exagerar; es cuidarte y cuidar a los demás. En temporadas intensas, los pequeños cambios hacen una gran diferencia.
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