En la actuaidad la higiene femenina es un reto para la ecología actual ya que hasta hace pocos años no existían alternativas para las toallas sanitarias y tampones, debido al delicado manejo de residuos que requieren. De acuerdo con ONU […]
En la actuaidad la higiene femenina es un reto para la ecología actual ya que hasta hace pocos años no existían alternativas para las toallas sanitarias y tampones, debido al delicado manejo de residuos que requieren.
De acuerdo con ONU Medio Ambiente, las mujeres que usan toallas sanitarias generan, en promedio, 60 kilogramos de residuos de este artículo durante su vida, eso equivale a 100.000 toneladas de desechos al año. De igual manera, señalan que las toallas a base de plástico tardan cientos de años en degradarse y, lo que es peor, con frecuencia se queman, generando emisiones de gases contaminantes, como el dióxido de carbono.
Por otro lado, en lugares sin acceso a las toallas sanitarias como La India, las mujeres sufren grandes riesgos de infección por las opciones poco higiénicas a las que recurren. De esta manera, era necesario un producto natural y biodegradable que fuera accesible y saludable para aquellas comunidades. Es así como surgen las toallas sanitarias Saathi, una marca que las produce con fibras de plátano, que son fuertes y absorbentes. Y que a diferencia del algodón, la fibra de plátano no necesita tierras para su producción.
Este producto fue un acontecimiento para el medio ambiente, pues propone una alternativa completamente ecológica y elaborada de manera ética. Sin riesgo de exponer nuestro cuerpo a sustancias artificiales como aromas, geles absorbentes o fibras sintéticas que pueden generar irritación, alergias y otras molestias para las mujeres.
Así también están las toallas reutilizables, hechas de telas como algodón y partes impermeables, que permiten utilizarlas y lavarlas, como las que usaban las mujeres mucho antes de las alternativas desechables.
De la misma manera está la copa menstrual, compuesta de silicón de grado quirúrgico, la cual es una alternativa inofensiva para el cuerpo y para el medio ambiente, ya que puede durar de 10 a 15 años, y además reduce drásticamente la inversión en productos de higiene femenina desechables. Esta copa ha demostrado ser la preferida de muchas mujeres por su comodidad y practicidad. Se puede usar hasta 12 horas seguidas dependiendo del flujo, no se siente una vez que se coloca y permite que hagas ejercicio o que duermas con ella sin riesgo a que se derrame.
Definitivamente, ya no hay pretextos para seguir usando toallas sanitarias o tampones desechables, porque tenemos muchas opciones que se adaptan a cada estilo de mujer y de vida. ¿Qué esperas?